Marcos recuerda que se trata de unas ayudas que "ya se deberían haber cobrado desde hace mucho tiempo" y que la situación coincide con dos años de campañas negativas en la región. La producción de miel de primavera será este año solo de un 25% respecto a una campaña normal y en polen no se llega al 50%, a lo que se une que no se ha podido repoblar la cabaña de enjambres.

    Ahora, las esperanzas están puestas en poder recolectar las mieles oscuras en Castilla y León y el sur de Galicia, además de la trashumancia hacia Sevilla y Cádiz en el caso de la provincia pacense. "Si no se hace la trashumancia se ha cerrado el año y con las cifras aportadas en Extremadura sería catastrófico", indicó el máximo responsable del sector Miel de Coag.

    Los descensos en la campaña de este año se han producido por el intenso calor y la ausencia de lluvias de las últimas semanas, que frustraron las buenas previsiones iniciales de principios de marzo. Con las abundantes precipitaciones de invierno, se preveía una buena campaña debido a la floración de los campos, que se vio truncada con la llegada del calor desde mediados de marzo

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