En el caso del óxido nitroso, se observó que las emisiones dependen del tipo de bosque. Las mediciones se hicieron en tres tipos de bosques: hayedos y plantaciones de Pinus radiata y de abeto de Douglas. Las menores emisiones se midieron en los hayedos; las mayores, en las plantaciones de abetos de Douglas. "El motivo de dicha diferencia es la cobertura vegetal del sotobosque de cada tipo de bosque", ha explicado el biólogo.

      En los pinares y en los hayedos, la emisión de gases dependía de la cobertura vegetal: cuanto más abundante es la vegetación, mayor es la emisión. "En los hayedos maduros, por ejemplo, donde la cobertura vegetal es mínima, las emisiones de óxido nitroso son muy pequeñas. El flujo medido fue negativo, en ocasiones; es decir, el suelo consumía el óxido nitroso de la atmósfera", añade.

      Por otra parte, las acículas (las hojas con forma de aguja) de los abetos de Douglas están cubiertas por una capa de cera, por lo que tardan mucho en degradarse. Al acumularse las acículas en el suelo, se forman nichos ecológicos singulares, en los que crecen bacterias desnitrificantes. "Las emisiones, sobre todo las de óxido nitroso, son mayores debido a la actividad de dichas bacterias, aunque la cobertura vegetal sea escasa".

(Foto: Archivo www.seo.org)

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