EFE.- Sin embargo, estas biomoléculas no solo sirven para «endulzar la vida» o proporcionar alimento, sino para otras muchas aplicaciones relacionadas con la medicina, entre ellas, la lucha contra el cáncer.

Así lo explica a Efe el catedrático de Química Orgánica de la Universidad de La Rioja (UR), Jesús Manuel Peregrina, con motivo de la celebración de las XI Jornadas de Carbohidratos, que se celebrarán del 28 al 30 próximos en Logroño, organizadas por el Grupo Especializado de Hidratos de Carbono de la Real Sociedad Española de Química.

Un centenar de científicos españoles y extranjeros que trabajan en la química y la biología de los carbohidratos participarán en esta reunión de un «alto nivel científico», en la que se expondrán los últimos avances en la investigación con estas biomoléculas, con el objetivo final de que, en un futuro, se puedan aplicar a humanos fármacos contra el cáncer, ha precisado.

Peregrina ha destacado el alcance de esta reunión, ya que las investigaciones más recientes tratan de estudiar cómo los carbohidratos presentes en los glicolípidos y las glicoproteínas de las membranas celulares son reconocidas por otras proteínas externas y pueden desencadenar un proceso de regulación inmune en enfermedades asociadas al cáncer o metástasis, entre otras.

«Teniendo en cuenta que el cáncer es una de las enfermedades de mayor relevancia en el mundo por su incidencia, prevalencia y mortalidad -ha indicado-, los últimos avances en el campo de los carbohidratos se han centrado en un tipo de glicoproteínas -carbohidratos unidos a proteínas-, denominados mucinas».

Estas mucinas están presentes en la mayor parte de las membranas de diferentes células epiteliales y los carbohidratos que contienen, ha subrayado, actúan como una especie de «escudo protector» de la célula.

Cuando este «escudo» se deteriora por un proceso tumoral son los propios carbohidratos que contienen las mucinas los que actúan como antígenos en el organismo y son capaces de generar una respuesta inmune y generar anticuerpos, ha asegurado.

Los científicos, al observar las interacciones que provocan estas sustancias, han sido capaces de desarrollar vacunas terapéuticas contra el cáncer, como es el caso del profesor Geert-Jan Boons, de la Universidad de Georgia (Estados Unidos) y Premio Internacional Whistler 2014, quien será uno de los ponentes del congreso.

Este científico, con el que colabora la UR, ha sintetizado una vacuna contra el cáncer, basada en derivados de carbohidratos, que es capaz de reducir el tamaño de los tumores en ratones, aunque «aún no se ha extrapolado a humanos», ha precisado Peregrina.

Esta investigación se completa con el reciente desarrollo de una vacuna terapéutica a cargo de la investigadora de la UR, Nuria Martínez, en colaboración con Boons, y que, según los científicos, ha indicado Peregrina, abren una puerta a la esperanza cuando se pueda aplicar en humanos.

Ha defendido que el reto en estas investigaciones es «poder combatir el cáncer, pero es muy difícil», por lo que se trabaja conjuntamente desde todos los puntos de vista de la ciencia, como la Medicina, la Biología, la Bioquímica y la Química, para avanzar en la lucha contra esta enfermedad y conseguir la mayor eficacia en los tratamientos.

En este contexto, ha destacado también las aportaciones en este congreso del profesor James Paulson, del The Scripps Research Institute, de California (EEUU), que es uno de los centros de investigación más prestigiosos del país.

Entre los ponentes, además, figuran Anthony Davis, profesor de Química Supramolecular de la Universidad de Bristol (Reino Unido); y Manuel Martín-Lomas, fundador y director del Centro de Investigación Cooperativa CIC biomaGUNE de San Sebastián, a quien se homenajeará por su dilatada trayectoria investigadora en el mundo de los carbohidratos.

Además de los cuatro conferenciantes plenarios, se ha invitado a diez investigadores emergentes a nivel nacional de las Universidades de Sevilla, Barcelona, Zaragoza, Santiago de Compostela, País Vasco, San Pablo CEU y Rovira i Virgili, así como de centros de investigación del CSIC de Madrid, Sevilla y CIC biomaGUNE de San Sebastián.

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