El consumo en nuestro país de grasas saturadas entre la población adulta supone un 11% del total de la energía ingerida, cuando la recomendación se sitúa entre el 7-8%. Asimismo, las últimas estimaciones sobra la ingesta de sal en la dieta detectan un consumo de 9,8 gramos al día, cuando la recomendación diaria máxima es de 5 gramos.

     Carmen Cabezas, subdirectora de Promoción de la Salud, ha afirmado que la iniciativa pretende "implicar a la sociedad a un consumo más natural, sin dejar atrás la tradición de los productos", y ha asegurado que la campaña para la reducción de sal y grasa en productos derivados de la carne está "comprometida e involucrada con el consumidor".

     Por otra parte, Josep Dolcet, técnico responsable de la campaña, ha destacado los ejes principales de la iniciativa, que pretende ayudar a carniceros y charcuteros a revisar y mejorar la calidad de sus productos más vendidos, así como adaptarlos a las tendencias del momento.

190 empresas se ha adherido ya a la campaña


     Un total de 190 empresas se han adherido ya a la iniciativa, la mayoría de ellas destinadas al comercio de proximidad, y 36 de ellas han conseguido la etiqueta que certifica sus productos como alimentos más saludables y comprometidos con la salud de los consumidores.

     "La percepción de estos nuevos productos con menos sal y menos grasa tiene una buena aceptación por parte de sus consumidores", afirma Dolcet, quien también ha asegurado que el gusto de los alimentos de la campaña no se ve afectado por las reducciones realizadas.

     "Ofrecer al consumidor el mismo producto de siempre pero mejorado desde un punto de vista nutricional" es una de las principales ventajas que ha destacado el técnico de la campaña, así como el valor que se añade al producto tradicional tras reducir sus índices de sal y grasa.

     Dolcet ha destacado los productos adheridos a la campaña como "buenos productos hechos por buenos comerciantes", y ha afirmado que en el caso de la disminución de sal en algunos productos, como la salchicha o la hamburguesa de cerdo, se ha conseguido reducir hasta el 20% de la sal.

     "Tenemos clara la relación directa entre charcutero y cliente y la aprovecharemos para sensibilizar al consumidor sobre la importancia de moderar el consumo de grasas saturadas y sal en los productos cárnicos", ha añadido finalmente Josep Dolcet.

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