Aunque la campaña no ha terminado, “quedan por coger cuatro naranjas, acabará este mes”, el precio es “muy ruinoso para el agricultor, cerrará con pérdidas”, dijo Pascual, quien ha precisado que aunque arrancó bien, la falta de lluvias en septiembre propició bajos calibres, sin llegar al mínimo exigido de 50, “siendo de 48 para atrás”, y causando “ir a pérdidas”.

    En exportación, el dirigente de Asociex, Jorge García, explicó que “como mínimo se habrá mantenido la facturación; las cifras en kilos y euros se esperan buenas”, aunque reconoció que “por el coste añadido de salarios, cajas, transporte… el agricultor percibe menos que años atrás”.

    Una postura que no comparte la Administración, ya que para  el secretario autonómico de Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua, Alfredo González, "nadie puede poner en cuestión la enorme importancia que tiene el sector citrícola en la economía y el empleo de la Comunitat y de la provincia de Castellón, además de ser una de la actividades productivas más decisivas para nuestro desarrollo socioeconómico".

     Por ello, el secretario autonómico señaló que la política agraria del Gobierno Valenciano tiene como objetivo básico contribuir a garantizar la permanencia de la citricultura, como un sector dinámico, rentable, competitivo, internacionalizado y generador de empleo. A este respecto, recordó los esfuerzos del Consell en la reforma de la Política Agrícola Común (PAC).

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