Uno de los problemas de los ecologistas en este país es que suelen confundir con excesiva frecuencia sus ideas. Nadie duda de que un ecologista es también un pacifista, pero no por ello debe ser obligatoriamente de izquierdas y defender determinados postulados, aunque generalmente se dé este caso.

Y esto hace que con la visita del presidente de Estados Unidos, Barak Obama, a España el colectivo Ecologistas en Acción haya hecho público un comunicado rechazando su presencia y convocando actos en su contra. ¿Los motivos? Pura y llanamente políticos.

Pero como deben justificar lo de ‘ecologistas’ su mejor argumento para quejarse de su presencia es que… ¡respalda el TTIP!. ¿Eso quiere decir que se movilizarán contra todo el que lo apoye? ¿Que saldrán a la calle cada vez que venga un dirigente europeo o español (que los hay) que lo defienda?

Dicho sea con todo el ánimo de hacer una crítica constructiva: quizás los ecologistas deberían revisar algunas de sus posiciones y no mezclar tanto un concepto medioambiental con otro político. Quizás, así ganarían más prestigio y respeto a su labor.

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