Espejo ha subrayado que, desde diciembre de 2010, los impuestos del tabaco se han subido en cinco ocasiones, una situación que, según ha asegurado, no saben "donde va a terminar".

El comercio ilícito del tabaco ha pasado del 0,2 al 12% en tres años


   "El Gobierno quiere recaudar más, y sube los impuestos, pero cuando lo hace empuja a diferentes capas población con menor recursos económicos al mercado ilegal", ha insistido. Ha destacado que, en cada subida anterior, han alertado del riesgo de un aumento del comercio ilícito de tabaco, que frente a los niveles del 0,2% de hace tres años ahora es de media del 12%.

    "Las autoridad ven que no sube la recaudación, sino que baja; y se vuelven a subir impuestos y nos metemos en una espiral diabólica que no sé dónde nos va a llevar", ha añadido., porque -a su juicio- no se deja de fumar, sino que se acude a comprar al mercado ilegal.

    Ha alertado del riesgo de que el precio del tabaco quede fuera de la capacidad adquisitiva del consumidor medio y de que "cada subida sea, involuntariamente, un espaldarazo a las grandes organizaciones criminales del contrabando". En su opinión, con estos incrementos el mercado "se desploma", porque por muy pequeñas que sean las subidas los efectos son "desastrosos".

    Ahora las picaduras de tabaco se han convertido en un "producto refugio" para las capas de población con un nivel adquisitivo más bajo, y ya las hay en el mercado de contrabando, que incluso la Policía ha intervenido, ha precisado. Espejo ha urgido a cortar esta espiral "por algún sitio", con un "refuerzo de la actuación de las fuerzas policiales, pero también con una menor presión fiscal".

Para FEBE, se destruirán empresas y se recortará la recaudación


    Por su parte,
la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) rechaza "de manera frontal" la subida de un 10 % de los impuestos especiales al sector al considerarla "injustificada", "discriminatoria", partidaria y "desastrosa", y que perjudicará a su juicio al turismo y destruirá 35.000 empleos.

    En un comunicado, ha considerado que es una medida "irresponsable y poco meditada", que no conseguirá aumentar la recaudación, pero que castigará "de forma exclusiva" a una industria compuesta en un 80% por pequeñas y medianas empresas familiares, que acumula una caída del 40% en los últimos años.

    Ha vaticinado que la medida provocará el cierre de negocios y la destrucción de puestos de trabajo -unos 35.000 en la industria, la hostelería, la restauración y el ocio nocturno-, lo que se traducirá a su vez en aumento del gasto por subsidio de desempleo y la caída de otros impuestos, como el de sociedades, IRPF e IVA.

     Para el sector de bebidas espirituosas, esta decisión "es un tremendo error desde el punto de vista recaudatorio". FEBE cita datos de la Agencia Tributaria de 2012, cuando la recaudación ascendió a 744 millones de euros, lo que supone 28 millones menos que en 2011 (un 3,5 %), situándose por debajo de los niveles del año 2000, cuando se recaudaron 755 millones, con una tasa impositiva sensiblemente inferior. Añade, que según la misma fuente, desde principios de este año el descenso en la recaudación se ha multiplicado, acumulando una caída del 16,2% hasta el mes de abril.

    "Nuestras empresas están ya sometidas a una elevada carga fiscal, por lo que esta medida sólo ahonda en una situación claramente discriminatoria con respecto a otros sectores de bebidas con alcohol y en un modelo que se ha demostrado ineficaz para recaudar", ha señalado el director de FEBE, Bosco Torremocha.

En lo que se refiere a los impuestos especiales, las bebidas espirituosas recaudan más de 71 % del total que se aplica al alcohol, cuando sólo representan el 27,3 % del consumo. La cerveza, sin embargo, recauda sólo un 27% del total, representando el 49% del consumo; y el vino tiene una tasa 0.

No entiende por qué no se grava la cerveza


    Según FEBE. mientras los datos de 2012 de Agencia Tributaria reflejan una caída de 28 millones en la recaudación por impuestos especiales aplicables a las bebidas espirituosas, la cerveza aumentó casi en 6 millones, impulsada por el crecimiento de los últimos años.

    "No encontramos explicación a esta medida. Si lo que se buscaba era recaudar más, lo lógico hubiera sido gravar también al sector que más gana, y la cerveza lleva creciendo desde el 2010", ha planteado Torremocha en el mismo comunicado.

    "Ahora dicen que en el primer trimestre del año el sector descendió ligeramente un 2,5%; nosotros hemos caído un 38,8 % en los últimos años", ha precisado Torremocha.

    Ha insistido en que "al igual que paga más IRPF quien más gana, o más impuestos quien más contamina, esto debería aplicarse al que más grados de alcohol vende, en este caso la cerveza. Pero no es así".

    Subir los impuestos "a unos sí y a otros no" transforma, a su juicio, la realidad del mercado y beneficia a quienes tienen unos tipos más reducidos y una legislación, en general, más permisiva y beneficiosa -como la publicitaria-.

    FEBE ha opinado que la subida de impuestos especiales debe abordarse de manera transitoria y estar condicionada a que desde su fecha de entrada en vigor hasta la de elaboración de los Presupuestos Generales del Estado de 2014 se realice un estudio de impacto.

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