También es evidente que el problema del relevo generacional forma parte de todos los discursos de los políticos al frente de carteras de agricultura, por lo que hay más optimismo del ritmo de convocatorias y adjudicación de ayudas. De momento, en el nuevo marco de la PAC hasta 2020 esta ayuda, la de implantación, se encuentran como siempre en el segundo pilar y tiene una cuantía de 40.000 euros.

      Los requisitos para acceder a ellas son:  No haber sido agricultor antes (no haber estado dado de alta como autónomo en el régimen agrario); No haber sido titular de una explotación; Tener entre 18 y 40 años; Tener la capacitación requerida, estudios de veterinaria, ingeniero agrícola. Lo mínimo es el título de capataz. En caso de no contar con ello, se puede dar un margen de dos años para conseguirlo. Se puede suplir con 200 horas de cursos homologados con temática relacionada con el sector al que se vaya a dedicar el nuevo productor; y presentar un plan empresarial. Es un esbozo simple del proyecto empresarial.

    Estas ayudas son financiadas en un 75 % por Bruselas, el 5 % por la Comunidad Autónoma y el 20 % por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, explica Hidalgo.

Las mujeres pueden tener más ventajas si proceden del mundo rural

    Contar con todos estos requisitos no implica conseguir la ayuda, pues normalmente hay más solicitantes que fondos y estos se adjudican en concurrencia competitiva. Por ejemplo, de la última convocatoria resuelta en Andalucía, de unos 600 que se presentaron lo lograron 112 en una primera adjudicación. Curiosamente, 111 eran mujeres y solo un chico, pues ser mujer o instalarse en una zona desfavorecida son elementos que dan más puntuación. Posteriormente se adjudicaron más fondos y al final fueron 340 personas las que obtuvieron las ayudas.

     Quienes consiguen este apoyo tienen que entregar, con la resolución provisional, la documentación necesaria. Un técnico comprueba in situ que las actuaciones para las que se ha solicitado inversión no han comenzado -acta de no inicio- y se acepta la subvención. Nueve meses después tienes que haber hecho todas las actividades previstas y, finalmente, se recibe la financiación.

Un proceso de tramitación que dura dos años y que compromete dr¡urante cinco

    El proceso se alarga, al menos, dos años y se asumen compromisos durante cinco. En caso de no cumplirlos, hay que devolver las ayudas, y con intereses. Estos requisitos son: La agricultura debe ser tu actividad principal y suponer el 50 % de tu sueldo; Más del 50 % del tiempo laboral hay que dedicarlo al campo. Se mide en Unidad de Trabajo Agraria (UTA).

     Los cambios en la nueva PAC se encuentran en el segundo paso, esto es, en el proceso de consolidación de la actividad agraria y la entrada en el primer pilar de la PAC, el de las ayudas directas -derechos de pago único-. “Esto es lo más importante, pues no sólo hay que llegar, sino mantenerse en igualdad de condiciones de los productores del entorno que ya cuentan con esas ayudas”, recuerda Hidalgo.

Cobro de un 25% más de su págino único por iniciarse en este mundo

Así, una vez que el nuevo agricultor tiene la aprobación definitiva de la primera instalación, se puede acceder a la Reserva Nacional de derechos de pago único. Para ello también hay requisitos y el solicitante tiene que acreditar: La resolución de ayudas de primera instalación; el alta en la Seguridad Social; la acreditación de la titularidad de la explotación; y en caso de estar casado, no se puede estar en régimen de bienes gananciales.

     En este caso, los jóvenes agricultores además de recibir lo que les corresponda, la nueva PAC prevé un incremento del 25 % más de su pago único. Podrán acogerse a este pago extra los jóvenes productores que se hayan instalado en los últimos cinco años y se alarga durante el mismo periodo desde el año de instalación.

    Los ejemplos se refieren al procedimiento que tienen que seguir los agricultores andaluces, que es similar al de resto de comunidades. Lo que difiere, en función de cada autonomía, es el número de convocatorias que se abren durante cada periodo de programación y el presupuesto que se dedica a este medida.

(Foto: Elisa Laderas Efe)

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