Aunque reconoce que consumir un vaso de vino al día puede tener un efecto protector sobre la salud cardiovascular, la sociedad médica recuerda que "su consumo excesivo es uno de los mayores factores de riesgo para la salud de la población en Europa".

Inciden en que el 10% de la mortalidad se vincula a un consumo medio elevado


     "En España, el consumo de alcohol comporta una carga importante de muerte y enfermedad. Datos recientes le atribuyen un 10% de la mortalidad total de la población de 15-64 años, la mayor parte debido a un consumo medio elevado", según la Sespas.

      Tras recordar que el consumo excesivo de alcohol causa accidentes de tráfico y que un 1% de la población española entre 15 y 64 sufre dependencia alcohólica y un 5% abusa del alcohol, la Sespas expresa su preocupación por "el consumo de alcohol entre los jóvenes por su naturaleza adictiva".

     Considera la Sespas que la fiscalidad sobre las bebidas alcohólicas tiene "una notable capacidad preventiva", aunque reconoce que una subida del precio podría afectar a las personas con dependencia alcohólica, que podrían sustituir alimentos por bebidas.

     Por ello, dice que "es preciso monitorizar los efectos de una subida de impuestos sobre las desigualdades sociales, pues el impuesto incrementado afecta más proporcionalmente a las familias de rentas bajas".

Asumen que afectaría a las capas menos favorecidas "que persistan en su consumo"


     "La cuestión clave, pues, es la elasticidad del precio de la demanda, que varía entre grupos de población (ricos-pobres, pero también adultos-jóvenes)", según la Sespas, que considera que la subida de los impuestos resulta especialmente efectiva en la reducción del consumo entre los jóvenes.

     También reconoce que una subida del precio de estas bebidas "puede afectar de forma regresiva a capas de la población con menores niveles de educación y renta familiar disponible que persistan en el consumo".

     En España, el vino tiene un tipo cero en el impuesto sobre bebidas alcohólicas (algo que pasa también en otros países viticultores como Italia o Alemania), y se grava tan solo con el IVA, mientras que la cerveza tiene un tipo muy bajo, y los destilados y licores un tipo mayor, pero relativamente bajo en comparación con otros países.

     Recientemente, un país tan vinícola como Francia ha introducido un tipo mínimo para el vino, según recuerda la Sespas, que aduce que en algunos países nórdicos como Suecia o Noruega los impuestos aplicados son directamente proporcionales al contenido absoluto de alcohol de las bebidas, y esto tiene efectos disuasorios sobre el consumo de alcohol.

(Foto: ARchivo www.isn.gob.pe)

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