Ginés Mena / Efeagro

Los precios del aceite de oliva se han beneficiado de ligeros ascensos en los últimos días -se mantiene la senda de las revalorizaciones por tercera semana consecutiva- y se preparan para acomodarse en un largo período de fortaleza debido a los bajos stocks, la buena marcha de las exportaciones y la sequía.

El Sistema de Información de Precios en Origen (POOLred) muestra del 7 al 13 de octubre 26 operaciones de compraventa entre almazaras y comercializadoras, a un precio medio de 3,78 euros/kg de media. Por categorías, POOLred recoge 3,79 euros/kg para el virgen extra; 3,71 para el virgen y 3,68 para el lampante.

Una semana antes, del 29 de septiembre al 5 de octubre, los precios del aceite de oliva cotizaban a 3,78; a 3,64 y a 3,58 euros por kilo, respectivamente, y se beneficiaban también de repuntes respecto a la anterior.

Creen que la nueva campaña 2017-2018 estará marcada por la estabilidad y la rentabilidad de los precios

La evolución del comercio es positiva y, de hecho, las salidas de aceite de oliva durante septiembre han sido de casi 100.000 toneladas, según la Federación Española de Industriales Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva), con los últimos datos aportados por la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA).

A 1 de octubre, las existencias totales se sitúan en apenas 304.550 toneladas, que guardan especialmente envasadores (121.240 toneladas) y almazaras (177.910 toneladas), mientras que el Patrimonio Comunal Olivarero atesora otras 5.400 toneladas.

Las almazaras resaltan, asimismo, que la campaña 2016-2017 que acaba de finalizar -va de octubre del año pasado a septiembre del actual- lo hace sin tensiones y con estabilidad en el ritmo de exportaciones, las segundas más importantes en volumen de toda la historia.

Creen que la nueva campaña 2017-2018 estará marcada por la estabilidad y la rentabilidad de los precios del aceite de oliva para los agricultores, más aún cuando las previsiones del Consejo Oleícola Internacional (COI) anticipan una producción mundial de alrededor de 2,85 millones de toneladas y un consumo de 2,89 millones de toneladas.

Las organizaciones agrarias coinciden en destacar los buenos precios que han marcado la campaña que acaba de concluir, pero resaltan la gran preocupación que tienen por los estragos que está ocasionando la sequía -especialmente en los secanos, pero también en los regadíos- por la escasez de recursos y las altas temperaturas de un otoño que parece la continuación del verano en lo climatológico.

Pendientes de las lluvias y de las buenas previsiones de producción que se auguran en otros países

De la evolución del olivar en las próximas semanas, que ansía la llegada de precipitaciones contundentes para evitar el desastre, dependerán las cotizaciones en origen y si éstas se mantienen, se relajan y retroceden un poco, o inician un nuevo rally alcista que el sector oleícola tampoco desea porque se perderían mercados, lo que afectaría a los precios del aceite de oliva.

El COI pronostica, con datos aún muy provisionales, que la cosecha para España rondará esta campaña -ya se han iniciado las recolecciones de los primeros aceites premium– las 1.150.000 toneladas, con una disminución respecto a la anterior del 10%.

No obstante, en el balance global pesará el incremento de cosechas proyectado en algunos países productores de aceite de oliva, porque los mayores inventarios podrían influir en las cotizaciones durante los próximos meses e incluso moverlas a la baja en momentos puntuales de la campaña.

Y es que Italia podría crecer un 75% hasta 320.000 toneladas, según el COI; Grecia el 54% hasta 300.000 t; y Portugal un 58% hasta 110.000 toneladas, una cifra récord.

También se beneficiarán de ascensos durante la campaña de comercialización 2017-2018 tanto Túnez (220.000 t, +120%), como Turquía (180.000 t, +2%), Marruecos (120.000, +9%) o Argelia, que obtendrá 80.000 toneladas, un 27% más interanual, si se cumplen las estimaciones del COI.

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