"Se trabaja de forma intensa para llevar todas las labores del campo, realizando una cosecha como el tiempo lo permite, con la ilusión de obtener una rentabilidad para el sustento de la familia y la explotación y cuando llega la recolección, los precios te pegan un estacazo", indicó a Efe.

    Según apuntó Juan Moreno, el año pasado los precios estaban en más de 200 euros la tonelada y este ejercicio se están produciendo bajadas de más del 20 por ciento en relación a esa cifra.

    También recordó que la campaña se retrasó este año y las cosechas que se llevan a cabo en primavera comenzaron de forma "más tardía" de lo normal debido a las precipitaciones de ese periodo y se iniciaron "con bastante retraso".

    El máximo responsable de COAG Extremadura precisó que esta situación también se ha dado en cultivos como el tomate u otros de regadío, donde el retraso en la siembra ha llevado también a una maduración más tardía.

    Moreno señaló también que este año ha habido más parcelas destinadas al tomate que se han pasado al maíz, debido a las buenas rentabilidades generadas el año pasado.

    Sin embargo, los precios de este año han ido "a la baja" y repercutirá en la rentabilidad de los agricultores de Extremadura, una comunidad que se encuentra entre las más importantes en la producción del maíz, solo por detrás de Castilla y León.

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