Eladio Aniorte Aparicio / Presidente de ASAJA Alicante – Jóvenes Agricultores

Elena Cebrián, Consellera de Agricultura del Gobierno Valenciano, vale más por lo que calla que por lo que dice. Su ausencia continuada y su indiferencia hacia los problemas agrícolas de Alicante, nos ha enseñado a saber interpretar mejor sus silencios que sus palabras. Recientemente se ha dejado caer por aquí, en una visita fugaz, para asistir al corte del melón de Carrizales y ha concedido una entrevista al periódico Información. La escasa referencia a los problemas del agro alicantino ha vuelto a dejar patente la ausencia de proyectos por parte de una Consellera que destacará por pasar de puntillas con implicación cero.

En dicha entrevista, Cebrián habla de algunos “logros” del Consell, como la Ley de Estructuras Agrarias o el Plan Integral de Recursos, medidas que no empezarán a aplicarse, en el mejor de los casos, hasta el próximo mandato. Señora Consellera, ¿aún no se ha dado cuenta de que existe un problema inaplazable que anula a todos los demás, que es el gravísimo déficit de recursos hídricos en la provincia? ¿no es consciente de que no tenemos agua ni para acabar el mes de julio? ¿qué están haciendo ustedes para obtener agua? La respuesta siempre es la misma: el silencio.

Me entristece que, en dicha entrevista, prácticamente no haga referencia a la interconexión de cuencas y a la construcción de autopistas del agua. Nos encontramos en un momento crítico, con el trasvase Tajo-Segura cerrado, muy lejos de alcanzar un Pacto Nacional del Agua y, ¿usted nos vuelve a hablar de depuración y de optimización? Con la falta de defensa del trasvase y su apuesta única por la desalación están alentando que los agricultores del sur de Alicante abandonen la actividad. Ni se produce agua desalada suficiente, ni es de calidad, ni podemos pagarla. Esto no quiere decir que nos neguemos a la desalinización como opción complementaria, pero lo que sí es inaceptable es la cláusula Narbona, que pretende sustituir el agua de los trasvases por la desalada, lo que supondría la muerte del campo y la huerta de la Vega Baja. Y esto es lo que defiende esta Conselleria, que ha demonizado la palabra trasvase y la ha convertido en tabú.

Otro tema que me parece vergonzoso es que afirme que la Conselleria tiene claro cuál es la toma del Júcar-Vinalopó y que ya han abandonado los debates estériles que luchaban por Cortés de Pallás, claudicando en favor del Azud de la Marquesa. No señora Consellera, no han abandonado los debates estériles, han abandonado a los regantes de Alicante que dependerán de ese trasvase. Sepa usted que la postura de ASAJA continúa siendo la misma: defender el origen desde Cortes de Pallás, el único punto que garantiza que el agua será útil para riego y a un precio asumible.

Como guinda de sus declaraciones, leo que la Conselleria aspira a que en el 2020 el 20% de la producción sea ecológica, cuando han denegado más del 60% de los expedientes de ayudas solicitadas en la provincia, dejando al sector herido de muerte, pues se quedan en una desventaja competitiva injusta con respecto a Valencia o Castellón. Quiero recordarle que Alicante representa el 48% de la superficie ecológica, con un total de 36.676 ha., el 40 % es de la provincia de Valencia (31.315 ha.) y el 12 % de Castellón (9.021 ha.). Estábamos ante un modelo agrícola prometedor y ustedes lo están destruyendo. La denegación de estas ayudas está haciendo especialmente vulnerables a los agricultores y jóvenes emprendedores que han apostado por la reconversión. Me parece vergonzoso que ustedes les animaran a subirse a este barco, ahora les dejen tirados y, encima, presuman de potenciar este modelo agrícola. Son el Gobierno de la contradicción y la demagogia. Se han autoproclamado como los máximos defensores y promotores de la agricultura ecológica y no les importa enviarnos agua desde el Azud de la Marquesa con altos niveles de clorpirifos, metales pesados y vertidos residuales de cuarenta depuradoras que vierten el agua al bajo Júcar. ¿La respuesta ante esta contradicción? El silencio.

Señora Consellera, una vez más, le reitero que sin agua no tiene futuro ni la agricultura ecológica ni la convencional. El tema del agua tiene rango de Estado. Tenemos un problema de ausencia de gobernanza de los recursos hídricos. Es la primera vez que tenemos una Consellera que gobierna a espaldas y en contra de los intereses de los agricultores y ganaderos. Leyendo su entrevista compruebo que todavía no se ha enterado de que el agua es un problema vital e inaplazable que merece toda la atención y los esfuerzos de este Gobierno.

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