El propio Consejo Regulador ha señalado en un comunicado que el incremento se produce en un periodo marcado por la crisis económica generalizada, la pérdida de poder adquisitivo por parte de los consumidores y el descenso en el consumo de vino en el mercado nacional.

    Continuando con la tendencia experimentada en años anteriores, a lo largo de los pasados doce meses ascendió considerablemente el número de contraetiquetas entregadas por el Consejo Regulador a las bodegas de Denominación de Origen para la comercialización de vinos de guarda.

    De hecho, en 2012, las dos terceras partes del vino comercializado fue envejecido en barrica, que supone más del 62 % de las centros de esta denominación de origen.

    Pese a que en la cosecha de 2011 se alcanzó una cantidad importante de uva vendimiada, con más de 96 millones de kilos, que supone la segunda cosecha más voluminosa de la historia de la denominación Ribera del Duero, las bodegas se decantaron más por dedicar vino al envejecimiento en barrica, en una apuesta por obtener mayor valor añadido, en lugar de una salida rápida al mercado.

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