De hecho, LA ALIANZA UPA-COAG informa que ya se ha comenzado a segar para forraje como alimentación de ganado y para poder aprovechar lo poco  que queda de un cereal que no tiene fuerza para espigar.

   La preocupante falta de lluvias, sumado a las altas temperaturas y algunas heladas están provocando  que miles de hectáreas del sur de Castilla y León tanto de trigo como de cebada no logren espigar, y terminen secándose.

   Las zonas más afectadas se encuentran al norte de la provincia de Ávila, las comarcas de Peñaranda y La Armuña, en Salamanca,   Duero Bajo y Guareña, en Zamora, la comarca Sur y Centro de Valladolid, y las tierras más arenosas de la provincia de Segovia.

   LA ALIANZA UPA-COAG teme que de confirmarse las previsiones sin precipitaciones durante el mes de mayo "podríamos correr el riesgo de padecer una cosecha de cereales catastrófica en una gran parte de nuestra comunidad autónoma".

    Una situación muy distinta es la de los pastos, que aún conservan la humedad del invierno y su estado es normal, por lo que el aprovechamiento por el ganadero contribuirá a reducir el consumo de pienso.    

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