Bodegas Menade ha preentado en Rueda la nueva imagen de sus vinos con la que los hermanos Sanz quieren poner en valor su filosofía, renovadas etiquetas que simbolizan el respeto por el ecosistema y el medio ambiente.

Según Richard Sanz, director y enólogo de la bodega, “en Menade ya no somos verdes, somos naturales”, es por eso que han querido expresar la naturalidad de un proyecto que está en constante evolución, pero también la naturalidad de los vinos.

MENADE VINOS LA MISION 1

Las nuevas etiquetas, creadas por el diseñador Carlos Mena, representan cuatro animales que es posible encontrar en el viñedo en cualquier época del año, que son representativos del paisaje castellano pero que, además, “son importantes para mantener un ecosistema en equilibrio”.

Mientras Nosso está representado por un caracol, para Menade Verdejo se ha escogido una liebre, un galgo para Menade Sauvignon y un erizo para Dulce Menade. Las contra– etiquetas de las nuevas añadas incluirán asimismo la procedencia de las uvas con las que se elaboran los vinos, es decir, las particularidades del suelo de las distintas fincas.

La Misión, un vino de cepas centenarias plantadas en fincas con suelos principalmente arenosos

Elaborado con ‘Verdeja’, La Misión procede de cepas centenarias plantadas en fincas con suelos principalmente arenosos. Tras iniciar la fermentación alcohólica con levaduras salvajes en depósitos de acero inoxidable, el vino termina de fermentar y cría parte en barricas de roble francés de 500 litros;  parte en tinas o pipas de 5.000 y 10.000 litros y parte en tinajas de distintas capacidades elaboradas con un porcentaje de la arcilla proveniente de las propias fincas de Menade. Tras una crianza de unos 10 meses, La Misión se embotella y reposa durante mínimo dos años.

MENADE VINOS LA MISION 2os hermanos Marco y Richard Sanz ya elaboraban hacía 35 años vino procedente de unos viñedos centenarios plantados en Pollos, propiedad de la familia, y casi desde el inicio pudieron observar que ese verdejo presentaba unas particularidades diferentes al resto de las cepas. Fue hace ocho años cuando adquirieron el viñedo familiar y decidieron comenzar a injertar la totalidad del viñedo de sus fincas con ‘Verdeja’, tras una selección masal.

La ‘Verdeja’ presenta unos rasgos morfológicos distintivos, las uvas son más pequeñas, los racimos más ovalados y es más resistente a enfermedades como la botrytis, por presentar una piel gruesa. Los aromas son la expresión del auténtico Verdejo, presentan una mayor rusticidad, pero también mayor autenticidad. Los parámetros analíticos revelan acideces más elevadas y uvas más concentradas.

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