La Hoya de Huesca y, después, los somontanos de la Sierra de Guara, son dos de las zonas más tempranas de cosecha de cereales en Aragón. De ahí que el director general de Gestión Forestal, José Ramón López Pardo, se haya desplazado hasta Huesca para presentar la campaña de incendios de este verano, en la que se hace especial hincapié en los siniestros provocados por la actividad agraria.

“Todo el mundo es una mecha cuando está en el monte”, ha señalado para recordar que “con dinero público se pueden apagar algunos incendios, pero evitar que se produzcan es tarea de todos”.

No obstante, según ha señalado también el director provincial de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Jesús Lobera, el inicio de la campaña en la provincia es, en general, mejor que el de años anteriores. Ello, porque la humedad de los combustibles vivos es mayor por el retraso fenológico y por la disponibilidad hídrica de la vegetación tras a las lluvias de primavera.

el mismo operativo del año pasado, “que está por encima de la media nacional”

En cualquier caso, López Pardo ha recordado que el comportamiento hidrológico y de entradas de olas de calor del mes de junio será crucial para determinar el estado de la vegetación durante el arranque de la campaña, especialmente para el mes de julio.

Por último, el director general ha recordado cuáles con las recomendaciones que cualquier ciudadano debe seguir para evitar provocar incendios, facilitar su extinción o escapar del fuego.

Fase de máximo riesgo. El día 16 de junio la campaña de extinción de incendios de 2016 entrará en la denominada fase 3, la de máxima activación de medios disponibles, tanto en puestos fijos de vigilancia como en cuadrillas forestales y conductores de autobombas. En este periodo entrarán en funcionamiento la totalidad de los medios aéreos y terrestres que se dispongan.

De las 70 cuadrillas que conforman el operativo en Aragón, 22 de ellas tienen su base en la provincia de Huesca, entre ellas tres de naturaleza helitransportada (Bailo, Boltaña y Peñalba). En total, más de 400 personas vigilarán los bosques durante la época de mayor riesgo. Se trata, según ha indicado el director general, del mismo operativo del año pasado, “que está por encima de la media nacional”.

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