Fecoam pone en duda que se estén cumpliendo todas las condiciones del pacto comercial, que establece que cuando el tomate marroquí, dentro del contingente autorizado de 285.000 toneladas, bajase de un precio de 46 céntimos el kilogramo, se debería de pagar un derecho de aduana de 29 céntimos para evitar que puedan hundir el mercado comunitario.
   Asimismo, asegura que durante el mes de octubre, los precios de importación siempre estuvieron por encima de los de entrada, pero a partir del 1 de noviembre se situaron por debajo, alcanzando un mínimo de 36 céntimos durante una semana y media, debido a las grandes cantidades exportadas a la UE del tomate marroquí, unas 200 toneladas al día. Los precios solo comenzaron a recuperarse a partir del día 20. 
   La federación se lamenta de que los productores murcianos de tomate, que iniciaron la campaña en septiembre con precios que oscilaron entre los 60 y 70 céntimos de media, han tenido que vender desde mediados de octubre a una media de poco más de 30 céntimos, una cantidad muy por debajo de los costes de producción, que se sitúan en torno a los 45 céntimos, dependiendo de la infraestructura con la que cuente cada empresa. Señala que si se hubiesen aplicado correctamente los derechos específicos de aduana, el precio habría subido, pero se mantuvo por los suelos y tan solo comenzó a remontar a partir del 20 de noviembre por la entrada del frío, que causó una reducción de cosecha tanto en España, como en Marruecos. La organización recuerda que el ritmo de precios que ha marcado el país magrebí en los últimos años ya ha motivado el cierre de empresas en Águilas y Mazarrón.
   Para esta organización, el tomate solo es la punta del iceberg, puesto que los países del norte de África, al tener un clima similar al murciano, empiezan a comercializar su cosecha de frutas de hueso, principalmente melocotón y nectarina, en las mismas fechas que la Región. Al ser un producto perecedero, tienen más problemas para inundar el mercado, pero Fecoam avisa que las cantidades de kilos de los contingentes empiezan a ser preocupantes. En el caso de las hortalizas, las exportaciones marroquíes también están tirando los precios por los suelos por sus menores costes de producción.  
   Fecoam considera que las relaciones comerciales con los países del Magreb tienen que ser responsables con el desarrollo de un mercado equilibrado y bajo los mismos condicionantes de producción para todos, además de que se deben respetar los cupos de exportaciones establecidos. Recuerda que los productos procedentes de terceros países cumplen unos parámetros menos rigurosos en cuanto a calidad y fitotoxicidad que los países de la Unión Europea.
   Además, critica que el pacto comercial entre la Unión Europea y Marruecos fomenta una competencia desleal, puesto que los países del norte de África tienen costes de producción muy inferiores a los españoles debido a sus menores gastos laborales y sociales (salarios, protección social de los trabajadores, prevención de riesgos laborales, etc.).
    La federación considera que este tipo de convenios solo deberían establecerse en condiciones de lealtad: con garantías de igualdad de condiciones y de oportunidades; si se tiene en cuenta los intereses de los productores de ambas partes; con una reforma del régimen de precios de entrada, y si existe un sistema de control efectivo que garantice el respeto de las cantidades pactadas y precios, eficaz y aplicado rigurosamente bajo vigilancia de la UE.
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