JUNTA DE CASTILLA LA MANCHA.-Este Centro, dependiente de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, es el centro de recuperación y cría en cautividad más antiguo de España y ha servido de referencia a numerosos proyectos nacionales de otros centros de recuperación.

El pasado 7 de Mayo, a las 8:48 de la mañana y tras 42 días de incubación, eclosionó el primer pollo de águila imperial ibérica (Aquila adalberti) nacido en cautividad en el mundo, gracias al trabajo desarrollado por los investigadores del Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas (CERI) de Sevilleja de la Jara (Toledo), dependiente de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente.

El equipo de investigadores liderado por el veterinario Juan Manuel Blanco Portillo, junto a los encargados del centro Pedro Pablo González Mencía y Francisco Cecilio Juárez, ha explicado que la fecundación se produjo mediante inseminación artificial con ayuda de técnicas de recolección de semen y conservación in vitro desarrolladas específicamente para esta águila.

María Airam, que así ha sido bautizada, pesó 92,90 gramos y no requirió ayuda durante las escasas 36 horas que duró el proceso de eclosión. Durante el primer examen médico y chequeos sucesivos no se detectó anomalía alguna evolucionando conforme a la curva de crecimiento normal para la especie.

Como explica Juan Manuel Blanco “ningún otro programa de reproducción en cautividad ha sido capaz de lograr este éxito en esta especie en peligro crítico hasta la fecha” siendo también la primera nacida mediante inseminación artificial fruto de un arduo trabajo de años en el desarrollo de técnicas específicas para esta especie, incluyendo la recolección de semen, su purificación, conservación y la inseminación artificial intra-cervix.

Asimismo recalca el hecho de que María es hija de águilas imperiales aves presentes en el centro que llegaron electrocutadas con lesiones severas, quedando irrecuperables o no aptas para la liberación. “La reproducción en cautividad de estas aves es tremendamente compleja debido no sólo a las lesiones y tratamiento médico que producen una tremenda aversión al hombre y al medio cautivo, sino al carácter salvaje de dichas aves que, habiendo conocido la libertad, tardan décadas en acostumbrarse al cautiverio. De ahí el gran mérito adicional del éxito conseguido”.

Por tanto, como aseguran los investigadores el nacimiento de María Airam demuestra que es posible obtener descendencia de águilas salvajes irrecuperables utilizando técnicas asistidas no cooperativas, de lo cual no había certeza científica hasta la fecha. “Este éxito abre las puertas a conseguir descendencia de individuos subrepresentados (que nunca logran reproducirse de forma natural, pero cuyo valor genético puede ser superior al de los que lo hacen) en muchos otros programas de reproducción de especies aún más amenazadas que el águila imperial ibérica. Y también que la descendencia es sana y totalmente normal”.

CERI, un centro de referencia

El CERI es el centro de recuperación y cría en cautividad más antiguo de España y ha servido de referencia a numerosos proyectos nacionales de otros centros de recuperación.

El programa de reproducción en cautividad del águila imperial ibérica en Castilla-La Mancha tiene a gala trabajar casi en exclusiva con ejemplares salvajes que quedaron irrecuperables tras su ingreso con lesiones muy severas y tratamientos médicos prolongados en los centros de recuperación. Esta circunstancia convierte en extrema la dificultad para su adaptación a la cautividad e interés por la reproducción. Incluso la cópula natural se torna imposible en muchos casos consecuencia de mermas físicas y alteraciones del comportamiento.

Por esta razón, desde 1994, el equipo de especialistas del CERI lleva investigando y validando diferentes técnicas específicas de manejo, obtención de semen, inseminación, criopreservación, o determinación de valores hormonales que ayuden a obtener descendencia de aves en peligro crítico.

“Tras 17 años de arduo trabajo, el nacimiento de esta águila es un éxito mundial sin precedentes que demuestra el valor de la investigación y el desarrollo de técnicas de reproducción asistida para lograr descendencia de individuos subrepresentados, como herramienta para preservar la variabilidad de las especies de aves en peligro. Además del importante papel que juegan los individuos irrecuperables cautivos que donan su existencia al servicio de la salvaguarda de su especie y los avances en el conocimiento, con frecuencia aplicables a otros proyectos de conservación en España y en todo el mundo”, indican los investigadores.

Responsables del proyecto

Juan Manuel Blanco Portillo es doctor en veterinaria y responsable de la asistencia técnica a los programas de reproducción e investigación de especies en peligro en el CERI durante los últimos 17 años.

Es pionero en el campo de la biomedicina, fisiología reproductiva, reproducción asistida y criobiología aplicadas a la conservación de las aves en peligro. Ha trabajado como investigador en algunos de los programas de conservación y centros de investigación más prestigiosos del mundo como el Patuxent Wildlife Research Center, el CRC o el USDA americano.

Por su parte, Pedro Pablo González y Francisco Cecilio Juárez son encargados responsables del CERI. Durante más de 15 y 25 años respectivamente han velado por las instalaciones, el bienestar y correcta alimentación de los núcleos reproductores y el funcionamiento del programa. Su fidelidad al programa, conocimientos y dilatada experiencia les ha convertido en expertos en el manejo, necesidades bióticas y enriquecimiento ambiental en esta especie, como factores trascendentales para el éxito del programa.

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