El anuncio de los planes de reforma de la PAC presentados por Bruselas ha provocado la alarma en España, pero no sólo en nuestro país. En Francia, el país que más se beneficia de la Política Agrícola Común (PAC), la propuesta de reforma de este capítulo clave de la construcción de la Unión Europea (UE) para “renacionalizarla”, ha provocado reticencias y profunda preocupación entre los agricultores, además de entre numerosos diputados del Parlamento y en el seno de los sindicatos agrícolas, según quedó patente en un reciente seminario sobre el tema organizado por EURACTIV-Francia.

El futuro de la PAC en el horizonte 2020-2027 y la propuesta de la Comisión Europea de “renacionalizar” algunos aspectos de esta política comunitaria, que se lleva gran parte del presupuesto de la UE, provocan inquietud en el sector agrícola y ganadero galo.

¿Tendrá la UE 27 políticas agrícolas comunes? (tras la salida de Reino Unido en 2019). ¿Será la mejor decisión devolver parte de las riendas de la PAC a los Estados miembros comunitarios y a las regiones europeas?. Este es el ran debate que se abre ahora en Francia.

¿Corre riesgo la cohesión intraeuropea?

En opinión de varios asistentes a este encuentro, volver a “nacionalizar” la PAC, otorgando a los países miembros la atribución de conceder ayudas o subvenciones a sus agricultores, no sería la mejor decisión, si se quiere apuntalar la cohesión intraeuropea y reforzar la competitividad del sector agrícola europeo, frente a otros gigantes agrícolas y comerciales mundiales.

Hasta la fecha, el presupuesto de la PAC se dividía, de manera resumida, en dos “pilares”: las ayudas del “primer pilar”, que suponen cerca del 80% de las asignaciones totales, estaban controladas desde Bruselas, mientras que las del “segundo pilar” eran competencia de los gobiernos.

En su reforma, Bruselas propone transformar el primer pilar en una extensión del segundo, y dejar de esa manera a las capitales comunitarias la responsabilidad de poner en marcha sus pagos directos y programas medioambientales (del “primer pilar”).

(Texto: EURACTIV/EFE. Por Fernando Heller)

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