Normalmente, cuando a alguien le nombran consejero delegado, y máxime cuando se trata de una multinacional, lo lógico sería pensar en darle la enhorabuena, pero si la empresa es Lactalis y el cargo es en España, ya hay más dudas. Por eso, no se sabe si es un reconocimiento o un ‘castigo’ el nombramiento de Aurelio Antuña como consejero delegado del Grupo Lactalis Iberia y director general de Lactalis Forlasa, cargo que compaginará con la supervisión de los negocios de Lactalis en Rumanía y Hungría.

El nuevo responsable de Lactalis deberá lidiar no sólo con los problemas que conlleva su cargo, sino con todos los procedimientos judiciales en los que se encuentra inmersa la multinacional francesa en su guerra contra los ganaderos gallegos… y alguno que no lo es. Un conflicto que puede conllevar el pago de cerca de tres millones de euros a los ganaderos por quedarse con el dinero, según la denuncia de UUAA, que la distribución pagó de más para compensar la caída de los precios.

Difícil papeleta, aunque Aurelio Antuña tien experiencia, ya que es licenciado en Derecho por la Universidad de Oviedo y cuenta con un Master en Dirección de Empresas de ESDEN. Se incorporó al Grupo Lactalis en 2006 como director general comercial y en 2009 accedió al cargo de consejero delegado del Grupo en España. Tras cinco años al frente de la operación ibérica, periodo en el que la compañía se consolidó como referente del sector lácteo en el mercado, fue nombrado director general adjunto de Lactalis Fromage Europe, coordinando una región que incluía las operaciones en el centro y sudeste de Europa, además de los mercados de España y Portugal.

Por su parte, su predecesor en el cargo, José Antonio Lalanda, continúa su carrera internacional dentro del Grupo y pasa a ser el director general de Skånemejerier, empresa líder del mercado lácteo en Suecia perteneciente a Lactalis desde 2012, bien lejos de sus ‘compañeros’ de aventura laboral de Unions Agrarias.

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