Se prevé detener a varias personas a las que se acusa de un delito contra la salud pública y de falsificación de documentos, según las mismas fuentes.

     La operación está bajo secreto de sumario y es coordinada por el Juzgado de Instrucción número 1 Santa Coloma de Farners (Girona).

     La llevan a cabo la Brigada de Policía Judicial de Cataluña de la Guardia Civil junto con agentes de diferentes comandancias y varios gendarmes franceses.

Un beneficio de unos cien euros por animal y movían un centenar en cada operación


      El principal implicado en la trama es un tratante de animales, según la información de Rebeca Caranco y Jesús García en elpais.com. El presunto cabecilla falsificaba las cartillas y la documentación de los animales de forma que pasaran como aptos para el consumo humano. Después, los vendía a los mataderos en una operación en la que la trama podía ganar unos 100 euros por animal, según fuentes judiciales. En una sola operación el detenido podía llegar a mover un centenar de caballos.

    Los agentes tienen previsto realizar un total de cinco detenciones (en Valencia, A Coruña y Asturias) y una quincena de registros entre domicilios y mataderos en las provincias de Valencia, Zaragoza, Ávila, Toledo, A Coruña y en la comunidad de Asturias, por orden del juzgado de instrucción número 1 Santa Coloma de Farners (Girona), según las mismas fuentes. La Guardia Civil ha constatado la implicación de un veterinario de Valencia que, supuestamente, conocía el entramado y firmó algunas de las cartillas falsificadas. Las escuchas telefónicas ordenadas por el juez han permitido observar el gran volumen de ganado equino que la banda podía mover semanalmente. Está por ver el papel de los responsables de los mataderos, así como de los vendedores de los caballos.

    Una de las dudas que pretende despejar la investigación es si la carne vendida de forma fraudulenta en mataderos de toda España puede ser perjudicial para la salud. Por ahora, los investigadores no disponen de indicios en ningún sentido. Fuentes judiciales subrayan que miles de kilos de carne se han distribuido y comercializado sin el preceptivo control sanitario, ya que los caballos no tenían la documentación necesaria para ser destinados a consumo humano. Eso no significa necesariamente, matizan las mismas fuentes, que la carne resulte tóxica.

(Foto: Archivo Recurso)

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