Esta actuación del Seprona es consecuencia de una gran operación llevada a cabo en abril en el norte de España contra el tráfico de productos prohibidos destinados al ganado, en la que están imputadas un centenar de personas.

    Entonces, se imputó al ganadero por un supuesto delito de maltrato animal e intrusismo profesional, tras intervenir en su explotación 650 dosis de Hilac de 500 miligramos cada una.

    Este producto se administraba a las vacas lecheras una vez al mes, lo que hacía que incrementasen la producción de leche casi un 25 por ciento, sometiendo al animal a un estrés que provoca graves lesiones, según ha destacado en un comunicado el Seprona.

    A finales del pasado mes de septiembre se imputó a las otras tres personas por la supuesta recepción de paquetes con somatotropina bovina, que distribuían de manera personal o a través de una empresa de mensajería a un precio que oscilaba entre los 8 y los 10 euros la dosis.

    Con el fin de evitar la detección de la sustancia, el producto era camuflado en las facturas bajo los conceptos de semen, paja, rollos de papel o productos análogos.

(Foto: Archivo)

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