Los daños en los cereales son los más significativos ya que los topillos se adelantan a las cosechadoras, partiendo la espiga y dejando a su paso un panorama desolador, de forma que cuando llegue la fecha de recolección la superficie siniestrada será mucho mayor.

     Esta situación que denuncia ASAJA se contradice con el mutismo de la Junta de Castilla y León, que sigue manteniéndose al margen del problema a pesar de las denuncias realizadas desde esta organización agraria. “La situación en las zonas dañadas es incluso peor que en 2007, y los agricultores tienen miedo a los problemas sanitarios, como la tularemia, que ya les afectó entonces”, señala la organización agraria.

La quema controlada sigue siendo la mejor solución para ASAJA

      ASAJA Palencia insiste en que la quema controlada de rastrojos es la solución más práctica, ecológica y barata para solucionar no sólo esta plaga, sino la mayoría de las que están afectando a los cereales. “Eso sí, las quemas deben hacerse en el momento oportuno, no como se ha hecho en esta campaña”.

     En este sentido, ASAJA acusa de dejadez a la Junta por no haber autorizado las quemas controladas en su momento, cuando el problema podía haberse corregido. Igualmente insta a la administración regional a tomar medidas efectivas de una vez por todas, ya que lo más probable es que ahora tengamos que enfrentarnos a problemas sanitarios como la tularemia, además de a pérdidas económicas millonarias en una cosecha que se presenta mala.

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