El Parlamento Europeo (PE) ha pedidoeste martes 24 la eliminación progresiva de aquí a finales de 2022 del glifosato, un herbicida cuya renovación de licencia se debate a nivel europeo y que cuenta con la oposición de Estados como Francia, por sus supuestos riesgos sanitarios.

La Eurocámara se opuso, con 355 votos a favor, 204 en contra y 111 abstenciones, a la renovación de la autorización del polémico herbicida. Se trata de una opinión no vinculante, pero que pretende presionar a la Comisión Europea, que ha propuesto a los países la renovación del glifosato por otros diez años.

Pide a la Comisión un veto al uso en agricultura cuando haya alternativas biológicas

El PE pide a la Comisión que no renueve la licencia a final de este año y una prohibición inmediata del uso no profesional, así como en parques públicos, jardines y zonas de juegos infantiles.

Los eurodiputados solicitan además a la Comisión que prepare planes para la supresión progresiva de la sustancia, comenzando con la prohibición completa para el uso doméstico y un veto al uso en agricultura cuando haya alternativas biológicas. También pidieron al Ejecutivo comunitario que haga públicos los estudios de riesgo realizados sobre el producto.

Está previsto que la decisión sobre la renovación de la licencia se adopte este miércoles en una reunión en Bruselas en la que participarán representantes de los Estados miembros y de la Comisión, conocida como proceso de «comitología» en la jerga comunitaria. Previamente, este martes, el asunto se trató en la reunión del Colegio de comisarios de la UE.

Si no se logra una mayoría cualificada a favor de la renovación de la licencia el miércoles, la decisión final recaerá sobre la Comisión.

Los socialdemócratas europeos valoraron la decisión de la Eurocámara sobre el glifosato, «el herbicida utilizado de forma más extensiva en el mundo».

Florent Marcellesi, eurodiputado del grupo Verdes/ALE (EQUO), señaló que la Eurocámara «ha dicho alto y claro que debemos abandonar el glifosato y ha propuesto un calendario claro y razonable de transición para los agricultores».

Presión de los ecologistas para impulsar su prohibición cuanto antes

«Ahora les toca a los Estados miembros demostrar que para ellos la salud de las personas y el medio ambiente también son una prioridad», añadió. El glifosato es un herbicida utilizado en Roundup, un producto de la multinacional Monsanto. De hecho, el grupo farmacéutico y químico alemán Bayer ha anunciado la venta a su rival BASF de parte de su negocio de fitosanitarios, incluidos los glifossatos, por 5.900 millones de euros, para poder cumplir los requisitos reguladores para comprar el fabricante estadounidense de transgénicos Monsanto.

Aunque la Agencia Europea de Químicos y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria han concluido en sus evaluaciones científicas que es un producto seguro, una agencia de la ONU consideró que se trata de un posible cancerígeno.

Un grupo de activistas de la Iniciativa Ciudadana Europea Stop Glifosato, liderada por Greenpeace, se reunió este lunes con el comisario europeo para la Salud y la Seguridad Alimenticia, Vytenis Andriukaitis, para pedirle que no se renueve la licencia para el uso del pesticida en la UE. La iniciativa ciudadana ha reunido más de un millón de firmas en un año en favor de esa petición.

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