La secretaria y portavoz de Xúquer Viu, Graciela Ferrer, ha explicado que este plan consolida la sobreexplotación de los acuíferos de la Mancha Oriental y el Vinalopó, y no garantiza caudal suficiente para que el Xúquer y la Albufera recuperen su salud.    

    Además, desde Mesa pel Xúquer critican que los excedentes por la modernización de los regadíos en La Ribera se destinen al trasvase del Vinalopó y no a muchos pueblos de la ribera del Xúquer, que tienen problemas de abastecimiento mucho más "prioritarios", según Ferrer.

     Las declaraciones del conseller de Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua, José Císcar, en las que reclamaba 350 hectómetros de agua para Valencia y un nuevo Plan Hidrológico Nacional no han sentado bien a Mesa pel Xúquer.

Por ahora sólo se han creado "territorios en conflicto"


     En palabras de Ferrer, es el mismo discurso del "agua para todos" que solo ha creado "conflictos entre territorios", y que supone una "huida hacia adelante" que no lleva a ninguna solución.

     "Hay que ponerse a trabajar para ajustar demandas y usos, conservar los recursos hídricos y recuperar la salud de los ecosistemas, que es la única garantía de calidad de agua a largo plazo", ha manifestado la portavoz de Xúquer viu.

     El regidor Joan Ribó, de Compromís, ha mostrado su solidaridad con las reivindicaciones y ha hecho hincapié en la necesidad de garantizar el futuro de l’Albufera, un parque natural que con este Plan de Cuenca no tiene asegurada la salubridad de sus aguas.

     "Eliminar el requisito explícito de que el agua de la Albufera provenga del Xúquer", ha dicho Ribó, "es una condena de muerte al parque", ya que las aguas de las depuradoras, que podrían recaer en la Albufera, no son adecuadas porque tienen fosfatos y nitratos.

     La concejala del PSPV Isabel Dolz ha insistido en la misma línea que Ribó, y ha recordado que su partido ha presentado solicitudes para que el agua que llega a la Albufera sea limpia y no de depuradora.

     El presidente de la Comunitat de Regants de Sueca, José Pascual Fortea, ha querido remarcar que el agua "es inodora, incolora y apolítica" y que el Plan de Cuenca funciona solo sobre el papel, porque en la realidad no hay suficiente agua.

     Por su parte, el representante de la Unió de Llauradors Llorenç Capsí ha asegurado que este proyecto es un "atentado contra los intereses económicos de los valencianos".

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