La compañía gallega ha afirmado que en el consejo de administración del 27 de febrero se pidió el aplazamiento por 90 días de una cuota de 15 millones de euros de un préstamo sindicado de un importe nominal de 150 millones de euros, con el objetivo de negociar una línea de financiación diferida (foward start facility).

     En relación a la auditora de Pescanova, BDO, cuyos equipos están fuera de la compañía después de que se rompiera toda comunicación con la dirección de la empresa, el juzgado aún no se ha pronunciado sobre la revocación que Pescanova ha solicitado.

    La auditora ha informado recientemente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de las irregularidades que advirtió en Pescanova.

    Pescanova ha considerado, en su recurso de reposición, que el auditor BDO carece de independencia para seguir desempeñando sus funciones por considerar que su interés será salvaguardar su responsabilidad por no haber detectado las incertidumbres relacionadas con la continuidad de la compañía.

    Opinión que extiende por la conformidad de BDO con los criterios que la sociedad había aplicado en la consolidación de la deuda del grupo en sus estados consolidados.

    Por otro lado, Pescanova contrató hace diez días a KPMG para que realizara una auditoría "forensic", especializada en detectar fraudes financieros y económico.

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