Esto se debe a que muchos de los cerdos se vendieron para sacrificio como lechones, ya que el precio estaba alto y los ganaderos han preferido no ha arriesgar, ha explicado a Efe Pablo Rodríguez, criador de porcino ibérico de bellota y secretario de ASACRIBER, la Asociación de Criadores de Porcino Ibérico Selecto de Tronco Ibérico.

     Si el año pasado fueron engordados a base de bellota durante la montanera un total de 345.000 cerdos en toda España, para esta campaña se prevén datos similares o, incluso, por debajo, según los profesionales. Casi todos los cerdos ibéricos de bellota se encuentra en las dehesas de Salamanca, Cáceres, Badajoz y el oeste de Andalucía.

     Con la caída de las primeras bellotas maduras de roble y alcornoque, los cerdos ya campan, aunque el engorde fuerte comienza, por lo general, entre final de octubre y principios de noviembre, que es cuando empiezan a caer de forma masiva las bellotas maduras de las encinas.

     Las bellotas de roble, al tener más taninos, amargan más y por eso el cerdo engorda mucho más rápido cuando dispone de bellotas de encina, que come más porque son más dulces.

     Una buena otoñada será fundamental para que se mantengan las buenas previsiones de esta montanera, ya que la hierba juega un papel esencial en todo el proceso.

     El cerdo necesita comer mucha hierba, ya que las bellotas son muy astringentes y para evitar el estreñimiento el animal tiene que ingerir mucha hierba fresca que, además, sirve para proteger de las heladas a las bellotas que están en el suelo.

Este año ser pueden quedar cortos de ibéricos, por lo que sobrará mucha bellota


     Muchos ganaderos de porcino piensan que este año se van a quedar cortos de ibéricos, por lo que sobrará mucha bellota, como ha explicado a Efe el ganadero salmantino de La Alameda de Gardón, José Manuel García Sánchez.

     "Hay muchísima bellota en Salamanca y va a sobrar mucha, ya que los cerdos no podrán agotarla", ha asegurado García Sánchez.

     En España, lo ideal es que se ceben en las dehesas alrededor de 500.000 cerdos ibéricos de bellota, número al que no se llegará, como ya ocurriera la pasada campaña.

     Por primera vez, tras ser aprobada en este año por el Gobierno de España la Norma del Ibérico, los controles en las dehesas, en los mataderos y en los puntos de venta serán mayores para garantizar el origen y la calidad del producto.

     El consumidor podrá distinguir el embutido o los jamones en función de si han sido calificados como ibéricos de bellota (engordados sólo a base de bellota), cebo de campo extensivo (donde ha engordado con bellota y pienso) o cebo de campo intensivo (sólo a base de pienso).

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