De los 500 trofeos procedentes de acciones de caza se han contabilizado 350 ciervos, 50 jabalíes, 20 corzos, 10 gamos y otras especies cinegéticas como muflón, cabra montés, arruí e íbice.

      Nogales ha explicado que se ha precintado el almacén de una nave en cuyo interior había "gran cantidad de trofeos en distinto estado de conservación y de difícil trazabilidad", así como diversa documentación.

      En la comparecencia ha estado acompañada por el subdelegado en Cáceres del Ejecutivo regional en funciones, Fernando Revert, y por el teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Cáceres, Laureano Martín. Además, se ha localizado una docena de trofeos procedentes de Portugal que se habían introducido en el país infringiendo la normativa comunitaria.

Actuaciones furtivas en fincas de Cáceres para recoger cornamentas


     La operación Taramas se inició el pasado mes de marzo cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento, a través de distintos titulares de cotos de caza, de un aumento de incursiones furtivas en fincas ubicadas en la provincia de Cáceres, con el objetivo de recoger la cornamenta de los animales y, posteriormente, traficar ilegalmente con ellas.

     "Estas acciones ocasionan un grave perjuicio económico", ha subrayado Nogales, ya que el hurto de las astas de los animales disminuye de una manera considerable los ingresos de las fincas e impide conocer la evolución de las poblaciones de las especies en estos espacios.

     Tras las primeras averiguaciones, los agentes centraron su investigación en un grupo de personas que de forma habitual habían sido sorprendidos en fincas recogiendo cornamentas sin autorización de los titulares.

      Una vez localizados e identificados los miembros de este grupo, se comprobó que habitualmente se trasladaban a fincas de la provincia de Cáceres y Badajoz para "recoger ilegalmente las cuernas y posteriormente venderlas, por lo que obtenían importantes beneficios económicos", llegando a superar en algunas transacciones los 7.000 euros.

     De esta forma, la Guardia Civil ha procedido a imputar a 13 personas en las localidades cacereñas de Valencia de Alcántara, Cáceres, Coria, Guadalupe, así como en Mejorada del Campo, en Madrid.

       Entre esos 13 imputados figuran las personas que accedían a las propiedades y recogían de forma ilegal las cuernas, quienes participaban en el proceso de compra-venta y también quienes confeccionaban documentos falsos para justificar esas actividades. Entre los imputados también figura un taxidermista que se encargaba de disecar a los animales.

Hasta cien mil euros en un mes y medio en operaciones comerciales


      Los agentes han podido constatar que algunos establecimientos habían conseguido, "en tan solo un mes y medio", operaciones comerciales superiores a los 100.000 euros en la compra-venta de cuernas.

      La recolección de los desmogues comienza durante el mes de marzo, con la caída de los cuernos de los animales y suele concluir en los primeros meses de verano, ha explicado el teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Cáceres, Laureano Martín.

      Martín ha aseverado que el tráfico de desmogues provoca la aparición de redes ilegales de comercio debido a la demanda que existe en países asiáticos tanto para el uso medicinal tradicional, por su rico contenido en calcio, como para el decorativo.

      Así, durante la temporada de la recolección el kilo de desmogues se ha pagado entre los 14 y 18 euros. Por último, Martín ha subrayado que se trata del "mayor alijo hasta la fecha" de este tipo que se ha incautado en Extremadura y que todos los imputados se encuentran en libertad con cargos.

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