De acuerdo con los primeros elementos de la investigación, los animales debían ser sacrificados y destruidos, pero eran desviados de forma fraudulenta y sacrificados en mataderos del sur de Francia y de España, como uno de Gerona cerca de la frontera francesa.

   Los caballos comprados por grupos farmacéuticos procedían, entre otros, de centros ecuestres.

   La investigación, dirigida desde la Gendarmería de Montpellier, comenzó hace "varios meses" con el apoyo de la Oficina Central de Lucha contra los Atentados al Medio Ambiente y a la Salud Pública.

   La Fiscalía de Marsella tiene previsto organizar una conferencia de prensa para dar detalles de los resultados de las pesquisas y de los registros de la operación, que se desarrolla en las regiones de Languedoc Rosellón, Provenza Alpes Costa Azul y Midi Pyrénées.

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