El Gobierno extremeño se ha mostrado "muy satisfecho" con el borrador definitivo de la norma de calidad del cerdo ibérico ya que recoge las reivindicaciones de la región, entre otras, tres categorías -bellota, cebo de campo y cebo- y la distinción de la pureza racial en porcentajes del 100, 75 y 50%.

   El consejero de Agricultura del Gobierno regional, José Antonio Echávarri, ha comparecido en rueda de prensa para ofrecer la postura del Ejecutivo extremeño sobre el borrador definitivo de la norma, que le ha remitido hace poco más de dos horas el Ministerio de Agricultura.

   Echávarri ha asegurado que, del conjunto de las comunidades autónomas, "seguramente Extremadura es la que está más satisfecha porque se han recogido sus reivindicaciones" que, ha recordado, quedaron plasmadas en el Acuerdo Estratégico que sellaron en marzo de 2012 el Gobierno autonómico y el sector del porcino extremeño.

   Ha destacado especialmente la distinción de la pureza racial del animal en porcentajes del 100, 75 y el 50 por ciento, puesto que en la comunidad extremeña "el 75 por ciento de los cerdos tienen un 50 por ciento de ibérico".

 

 

 

Andalucía, satisfecha

 

La Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía considera que el proyecto final de norma de calidad del ibérico atiende "buena parte de las demandas de Andalucía".

   El consejero del ramo, Luis Planas, ha precisado respecto al documento que "aunque no se han conseguido el 100% de los objetivos, nos hemos quedado cerca de ellos, gracias al trabajo coordinado y serio con el sector", según ha informado la administración autonómica en un comunicado.

   Entre los aspectos más novedosos de la norma, y que parte de las demandas trasladadas por la Consejería y el sector de manera conjunta, destaca que por primera vez se incluye el porcentaje racial en la denominación de venta cuando es 100% ibérico, una medida fundamental para dar transparencia a los consumidores a la hora de adquirir este tipo de productos.

   Sin embargo, las demandas andaluzas reclamaban aún más claridad en este aspecto, de tal manera que el porcentaje se incluyera en todos los casos en la denominación y no sólo en el etiquetado como se plantea finalmente para los animales cruzados.

   En cuanto a la denominación en función de la alimentación, resulta positivo la simplificación a tres categorías que recoge el nuevo texto (bellota, cebo de campo y cebo) y siendo especialmente importante que se haya contemplado la denominación de bellota, una de las demandas que proponía Andalucía.

   Respecto al etiquetado, el proyecto final, en consonancia con la posición de Andalucía, también mejora las anteriores propuestas y evita la utilización de alusiones o imágenes que pudieran confundir al consumidor, gracias a que fortalece la promoción del ibérico, restringiendo la utilización de ‘pata negra’ exclusivamente para productos de bellota 100% ibéricos; y ‘dehesa’ o ‘montanera’ para los de bellota.

 

 

 

Castilla y León la ve "muy positiva"

 

La Junta de Castilla y León ha considerado "positiva" y "asumible" por la industria castellanoleonesa la nueva norma de calidad del ibérico, ya que recoge las principales reivindicaciones del gobierno autonómico.

   Así se ha pronunciado la viceconsejera de Desarrollo Rural, María Jesús Pascual después de que el Ministerio remitiera a la Junta el proyecto de modificación de la norma de calidad del ibérico que, según el departamento del Gobierno de la Nación, busca la defensa del consumidor y la conservación de la raza ibérica, además de mantener los diferentes modelos productivos.

   María Jesús Pascual ha explicado que el conflicto sobre la especificación del porcentaje de pureza racial se ha resuelto con su exclusión de la  denominación de venta y del lugar donde se especifican los ingredientes, aunque debe incorporarse en el etiquetado de la marca comercial y "en el mismo campo visual".

   A juicio de la viceconsejera, aunque el porcentaje de pureza racional no deba ir en la denominación de venta se ofrece una información del garantías sobre el producto al consumidor. Con ello, a su juicio, no se causa un perjuicio a la industria del ibérico de Castilla y León que con la anterior propuesta se daba al obligar a poner la pureza racial en la misma denominación de venta.

   La viceconsejera se ha mostrado conforme con la reducción de las denominaciones de venta a tres, en función de la alimentación y el manejo, los de bellota, cebo de campo y cebo.

   La viceconsejera ha señalado que la nueva norma prevé un periodo transitorio para la adaptación de las instalaciones ganaderas del porcino ibérico de cebo en las que cada animal debe tener un espacio mínimo de dos metros cuadrados, cuando antes era de uno. La nueva norma mantiene un espacio mínimo de dos metros cuadrados pero concede un periodo transitorio de tres años para adaptar las instalaciones ganaderas a dichas necesidades de espacio.En el espacio en el que se podía cuidar antes dos cerdos ahora solamente habrá espacio para uno, lo que supone la necesidad de llevar a cabo modificaciones en las instalaciones ganaderas de ibérico.

   La Junta de Castilla y León había reclamado que el periodo transitorio para la adaptación de las instalaciones de cebo fuera de diez años, aunque la viceconsejera ha reconocido que tres años es un tiempo suficiente para llevar a cabo las modificaciones y poder seguir bajo el amparo de la denominación del porcino ibérico y mantener la competitividad.

   La nueva norma que ha dado a conocer el Ministerio también regula los pesos que debe tener tanto los jamones como las paletas de ibérico que, según la viceconsejera, también puede ser "asumibles".

 

 

 

Asaja respalda la norma 

 

El presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, ha afirmado que con la nueva norma se puede seguir produciendo porcino ibérico en Castilla y León y ha agradecido al ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, que haya reflexionado y dado marcha atrás en lo que planteado inicialmente.

   El presidente regional de Asaja, en declaraciones a Efe, ha manifestado que, ante "el desaguisado" planteado y la incertidumbre y la confusión creada, es satisfactorio que finalmente "el ministro haya reflexionado, haya dado marcha atrás y se haya impuesto el sentido común gracias a la presión de Comunidades como Castilla y León".

   Ha considerado positivo que el proyecto de modificación de la norma de calidad del ibérico, que busca garantizar la defensa del consumidor y la conservación de la raza ibérica, haya incluido algunas de las reivindicaciones de Asaja Castilla y León.

   Es el caso de que en la denominación de la raza se entienda que todo es ibérico y que no haya en la etiqueta ninguna otra mención, algo que Asaja entendía muy perjudicial para los productores y que no aportaba nada a los consumidores."Que sea cien por cien ibérico es mucho mejor que la postura inicial", ha señalado Dujo.

   También es positivo, según Asaja, sobre todo para Castilla y León y especialmente para Salamanca, que se ponga en el etiquetado el cebo de campo, que es lo más se cría en Salamanca, ha agregado.

   Si bien, sigue pensando que es excesivo que se obligue a criar un animal por cada dos metros cuadrados en las naves de cebo y que la adaptación a la nueva norma no tenga un plazo más largo, ya que se ha dejado en tres años cuando Asaja pedía un periodo cercano a los diez años. En cualquier caso Dujo ha insistido en que "dentro del susto inicial" lo mas importante es que con esta norma se puede seguir produciendo porcino ibérico en Castilla y León.

   Si bien ha puntualizado que ahora lo que hace falta es que, una vez que se adapte la normativa, "las normas se cumplan para que haya transparencia y claridad, y que se aumenten los esfuerzos del Ministerio para buscar mercados, vender y exportar y que el sector del porcino ibérico recupere la vitalidad económica que tenía".

 

 

 

Guijuelo, UPA y Coag desconfían

 

  La Denominación de Origen ‘Guijuelo’, así como los sindicatos regionales de UPA y Coag han expresado desconfianza ante el proyecto de modificación de la norma de calidad del ibérico

   En declaraciones a Efe, los representantes de esas tres organizaciones han expuesto su postura contraria ante esa norma, han sostenido que para ese resultado no hubiera hecho falta que se enredara tanto, y han advertido, en el caso de las opas, que de prosperar el texto, la rentabilidad de las explotaciones de Castilla y León caerá a la mitad.

   En esta línea crítica, el secretario regional de UPA, Julio López, ha añadido que el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, "sigue enredando y sigue metido en un jardín en el que entró él solo y en el que enfrentó a tres comunidades autónomas".

   Las primeras respuestas de estos afectados, como son la Denominación de Origen de Guijuelo, y las organizaciones agrarias UPA y Coag en Castilla y León, han sido negativas porque "la actual norma servía y no hubiera sido necesario modificarla".

   El secretario técnico de la Denominación de Origen Guijuelo, Jesús Gándara, ha afirmado, tras un análisis superficial del borrador recibido, que "no era necesario este periodo de intranquilidad que se ha generado". En su opinión, sólo hubiera sido necesario que "se aplicara la legislación actual, ya que cubría las expectativas de todos los afectados".

   Sus mayores críticas se han centrado en los controles que marca la nueva norma, "que deberían haber sido más creíbles y más efectivos hasta ahora", y en la fecha marcada como el inicio de este proyecto, 2014, pues "la legislación con carácter retroactivo es muy peligrosa".

   Aurelio Pérez, coordinador regional de Coag y presidente de la Cámara Agraria de Salamanca, ha pedido a la Junta de Castilla y León que presente alegaciones ante este borrador, pues en su opinión "hay partes que perjudican claramente a esta región". Ha asegurado, además, que no le gusta que "se especifique el factor racial", pues en su opinión "va a generar confusión entre los consumidores".

   En el proyecto de norma se reducen las denominaciones de venta a tres, en función de la alimentación y el manejo (bellota, cebo de campo y cebo), acompañados por la mención "100 por cien ibérico" o "ibérico", según la pureza racial del animal. En el caso de los animales cruzados, se deberá indicar en la etiqueta, como una mención obligatoria y diferente de la denominación de venta el porcentaje de raza ibérica.

   Los responsables regionales de UPA y Coag, Julio López y Aurelio Pérez, han coincidido en criticar el periodo de carencia para que las explotaciones ganaderas se adapten a la norma.

   "Es una barbaridad que se exijan dos metros cuadrados por cerdo", ha asegurado Julio López, mientras que Aurelio Pérez lo ha calificado de "no admisible". Los dos han advertido de que si esto sale adelante se reducirá "un cincuenta por ciento la rentabilidad de las explotaciones de Castilla y León".
 

 

 

 

 

La industria, moderado optmismo

   El presidente de Iberaice -entidad más representativa en España del sector industrial del cerdo ibérico-, Carlos Díaz, ha mostrado un "moderado optimismo" ante el proyecto final de norma de calidad del Gobierno que, en su opinión, evitará los perjuicios económicos que denunciaba de anteriores borradores.Así lo indicó Díaz a Efeagro en una primera valoración, después de que el Ministerio de Agricultura anunciara la conclusión de la redacción del proyecto final de norma del ibérico.

   Iberaice -que agrupa a más de 300 empresas de Castilla y León, Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y otras nueve Comunidades Autónomas que representan más del 95% de las industrias fabricantes de productos ibéricos- descarta, gracias a las mejoras introducidas en el último texto, que puedan existir consecuencias "catastróficas" en ventas, como advertía de los anteriores textos.

   Ha destacado que el último proyecto evitará "la catástrofe económica" que podría haber provocado, por ejemplo, la anterior propuesta de modificación del Ministerio, que tildó de "rompedora" porque "impedía llamar ibérico al 98,6% de la producción" nacional. Del actual proyecto, valora la simplificación de las denominaciones, que se reducen a tres solamente, con lo que "se gana en transparencia" y "se facilita la comunicación" al consumidor.

   Y es que el último documento del Gobierno apuesta por la reducción de las denominaciones de venta a tres, según alimentación y manejo (bellota, cebo de campo y cebo), acompañados por la mención "100 % ibérico" o "ibérico", según la pureza racial del animal.

  Sin embargo, Iberaice critica que se dé en el proyecto actual tanto "protagonismo" en las denominaciones "al factor racial", ya que "un producto 100 % ibérico no asegura que sea de mejor calidad. Debería haberse hecho una norma para que la gente sepa lo que está consumiendo", comentó Díaz, quien recuerda que en el mercado español se comercializan al año (datos de 2011) más de 5 millones de jamones, pero tan sólo 80.000 son ibéricos "puros".

   "El factor racial no es ni ha sido un tema importante en este mercado, pero ahora mismo existen determinados intereses económicos empresariales para que esto se haga así", puntualizó.

   En este contexto, las industrias siguen pensando que hay "un peso específico" de los "postulados de los puristas" en la norma, al darse un peso específico al "factor racial", sin que eso se haya sustentado con argumentos técnicos o analíticos.Y suma otra advertencia o riesgos no resueltos por la norma.

   En este punto, no descarta que pueda producirse deslocalización de producciones españolas hacia otros países porque -matiza- la futura norma será de obligado cumplimiento en España, "pero no se puede legislar de cara al exterior", por lo que "habría que buscar otros instrumentos" para contrarrestar estos efectos no deseados, como figuras de protección a nivel europeo e internacional.

   En este sentido, verían con buenos ojos la creación de una Indicación Geográfica Protegida (IGP) que protegiera a los productores de ibéricos de dehesa en España (o España+Portugal). Y es, tal y como ha recordado a Efeagro, las empresas sólo estarán obligadas ahora a respetar la norma para los productos comercializados en España, pero pueden optar por otro tipo de etiquetados distintos en la venta internacional sólo con los límites que establezca la legislación de cada país de destino.

   Asimismo, de cara a la aplicación del futuro Real Decreto, el presidente pide que funcionen bien los sistemas de control, de los que dependerá el éxito del nuevo reglamento porque, según recordó, fue la "laxitud" en esas medidas las que movieron al Gobierno a plantear la renovación de la norma de calidad del ibérico. "Las herramientas que proporcione la nueva norma deben cumplirse de manera eficaz", zanjó.

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