EFE.- «La producción de granos creció (en las últimas dos décadas) un 221 % y el área plantada tan sólo creció un 41 %», afirmó la jefe de Estado en una ceremonia con motivo del inicio de la cosecha de granos del país, uno de los mayores productores y exportadores mundiales de alimentos.

Según la mandataria, esos números reflejan las ganancias de productividad alcanzadas por los productores agrícolas con nuevas tecnologías y con las mejores condiciones que el Gobierno les viene ofreciendo para el transporte y almacenamiento de su producción y para acceder a crédito.

«Eso es (una inyección de) productividad en la vena y es lo que buscamos para todas las demás áreas del país», afirmó.

El acto, celebrado en la ciudad agrícola de Lucas de Río Verde (Mato Grosso, oeste), en el que Rousseff condujo por algunos minutos una cosechadora de soja, coincidió con el anuncio de la estatal Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) de que Brasil recogerá en la nueva cosecha (2013-2014) un récord de 193,6 millones de toneladas de granos.

Tal cifra supone un aumento de producción del 3,6 % en comparación con la cosecha pasada (2012-2013).

Las previsiones indican que, con 90 millones de toneladas, Brasil puede desplazar este año a Estados Unidos del primer lugar como productor mundial de soja, y, con 75 millones de toneladas, confirmarse como uno de los mayores productores de maíz.

Ese aumento de producción será posible pese a que el área cultivada del país crecerá ligeramente este año, hasta 55 millones de hectáreas.

«Esa victoria (de aumento de la productividad) es lo que estamos celebrando hoy aquí. Quiero celebrar lo que hicimos juntos», afirmó la mandataria para destacar que la producción será récord gracias también a los incentivos del Gobierno.

La financiación del Gobierno para la producción agrícola saltó desde 27.000 millones de reales (unos 11.250 millones de dólares) en la cosecha 2002-2003 hasta 136.000 millones de reales (unos 56.666,7 millones de dólares) en la cosecha que comenzó a ser recogida este martes, según Rousseff.

«El país necesitaba de una política agrícola clara. Cuando llegamos (el Partido de los Trabajadores) al Gobierno en 2003 la política agrícola tenía grandes limitaciones. Primero de disponibilidad de crédito y segundo de elevadas tasas de interés», manifestó.

La mandataria recordó que el Gobierno lanzó el año pasado un plan que prevé inversiones anuales por 5.000 millones de reales (unos 2.083,3 millones de dólares) para construir silos, con lo que se pretende minimizar las pérdidas en la cosecha provocadas por la falta de almacenaje adecuado.

Igualmente destacó las licitaciones lanzadas por el Gobierno para modernizar carreteras y puertos, con las que se quiere facilitar el transporte de los granos hasta los puertos.

Rousseff afirmó que, para seguir reduciendo las trabas que impiden un mayor aumento de la producción, espera que los agricultores sugieran medidas de reducción de la burocracia y de simplificación de procesos.

«Tenemos una tradición de burocracia, de sellos, de papeles, que, desafortunadamente, es un poco ibérica. Los señores (agricultores) tienen que protestar mucho y nosotros tenemos que simplificar los procesos», aseguró.

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