El efecto de la sequía sobre los cultivos, en especial de ceral, están siendo devastadores. Si se calcula que una de cada dos hectáreas de cereal a nivel nacional están en una situación mala o directamente ruinosa, el problema se acentúa en algunas provincias. Así, ASAJA Salamanca ha podido conocer de primera mano con los agricultores cómo la escasez de agua afecta hasta en un 75% de las parcelas cultivadas de cereal (trigo, cebada, centeno y avena) en la provincia.

Las zonas más afectadas y que más beneficios producen en condiciones normales —como son las comarcas de Salamanca, Peñaranda de Bracamontes, La Fuente de San Esteban y Alba de Tormes— acusan una reducción de media de citado porcentaje y, además,  se calcula que hasta un 40% de la superficie cultivada es totalmente irreversible.

Los profesionales del campo aseguran que, a pesar de la reducción, el producto será de ‘muy buena calidad’ gracias a una granación que se prevé óptima, siempre y cuando las temperaturas no aumenten en demasía y no acabe por arruinar la campaña.

No obstante, ASAJA Salamanca lamenta las graves consecuencias de la sequía en las zonas cerealistas de la provincia e informa de que muchas parcelas se segarán para forraje.

Por otra parte y en cuanto a colza, la organización ha podido conocer que la media de reducción en la producción subirá hasta el 50%, comparado con años normales.

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