Salinas Don Diego es el último socio en incorporarse al Centro de Interpretación ‘Olivar y Aceite’, una entidad que va creciendo, sin prisa pero sin pausa,  desde que hace cuatro años abriera sus puertas, “pues el trabajo que desarrollamos va calando entre los productores de aceite y de otros productos agroalimentarios elaborados en la provincia como es el caso de Salinas Don Diego”, adelantó el presidente de ‘Olivar y Aceite’,  Javier Gámez.

“En la entidad tenemos una máxima, la de innovar, mejorar y ampliar la cantidad de productos que ofertamos, entre los que se encuentran chocolates y cosméticos,  que junto al nuevo socio, completa el amplio abanico de productos de la entidad”, señaló Gámez.

La única empresa del sector de las sales que queda en la provincia, una actividad que realizan de manera artesanal

Salinas Don Diego es una empresa familiar que ha heredado de padres a hijos la tradición de extraer de las entrañas de la tierra la sal, un producto esencial dentro de la alimentación.  Rebeca López, responsable de marketing de la empresa, explicó que ella junto a sus cuatro hermanos son la quinta generación que se dedica a la producción de sal, oficio que aprendieron de sus padres.

Subrayó López que Salinas Don Diego es la única empresa del sector que queda en la provincia, una actividad que realizan de manera artesanal. La mercantil comercializa ocho tipos de sales, incluidas una que no existía en el mercado pero que han conseguido elaborar a través de un proceso de investigación que ha durado seis años.

Sales que proceden de un manantial subterráneo que le aportan a su producto más minerales y oligoelementos que los que contiene la sal marina. Además no utilizan ni apelmazantes químicos ni lavado industrial y mantienen el sistema de producción íbero-romano.

Entre las sales que comercializan esta la Sal Virgen de Manantial que se extrae directamente de la poza, de ahí obtienen otros dos tipos,  la Sal Gruesa y la Sal Molida. La gruesa la extraen de la criba de la virgen y de la gruesa al molerla en molinos centenarios obtienen la sal molida. Además de la “Sal en Perla”, obtenida de los granos más gruesos de la sal virgen cribada.

Otra de las sales que elabora Salinas Don Diego es la Flor de Sal de Manantial, de primera extracción, que se elabora en el mes de junio denominada el cuajo, que se extrae del velo de la poza de la salina. En agosto se elaboran los Pétalos de Flor de Sal denominados así porque se extrae del cuajo del velo de la poza. Estas sales potencian el sabor de los productos. La última sal extraída seria la Esencia de Flor de Sal de Manantial,  recogida entre los meses de septiembre y octubre, que consideran que es como una espuma, que marida perfectamente con postres.

Además decantan el agua de manantial y consiguen una sal liquida, ideal para hipertensos ya que contiene menos cantidad de sodio, ideal para ensaladas y verduras al vapor.

También comercializan una serie de envases realizados en madera de olivo, pues “la sal conserva mejor sus cualidades cuando se deposita en recipientes de madera de olivo”,  señaló Rebeca López.

Asimismo y pensando en las fechas que se acercan, Salinas Don Diego pone a la venta unas cestas de madera en la que presentan una selección de sus mejores sales, además incluyen un folleto con una serie de recomendaciones a la hora de maridar sus sales.

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