La Autoridad de Seguridad Alimentaria de Irlanda (FSAI) ha confirmado que se ha iniciado una investigación para determinar cómo llegó la carne equina a las hamburguesas vendidas en supermercados de la República de Irlanda y en el Reino Unido, como Tesco, Aldi o Lidl, si bien las primeras sospechas apuntan a que se debió a un simple "accidente".

   Además, se ha resaltado que las tres compañías citadas no se dedican "a la compra o tratamiento" de carne de caballo y que los "ingredientes crudos de caballo hallados en estas plantas provienen de Holanda y España".

   De igual forma, han recalcado que en este fraude no hay peligro contra la sanidad, sino contra los consumidores, ya que estas hamburguesas se vendían como cien por cien de vaca y se han encontrado también un porcentaje alto de carne de cerdo por sólo un 0,1% de ADN de equino.

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