El próximo 15 de diciembre la Unión Europea debe decidir qué va a pasar con el glifosato al finalizar el plazo provisional de 18 meses que se dio para que los países decidan sobre su uso. Y parece que el debate, como ha sido hasta ahora, va a ser muy caliente. Así, una organización ecologista francesa ha denunciado la presencia de glifosato en alimentos de uso corriente a base de cereales y leguminosas, dentro de su campaña para impedir que la Unión Europea renueve la autorización de este herbicida, uno de los más utilizados en la agricultura.

La organización justificó esta investigación porque el glifosato es la materia activa más utilizada en los herbicidas en todo el mundo, y así en Francia supuso más de un octavo del total en 2013 cuando se comercializaron 8.656 toneladas.

Fue localizado en cereales de desayuno y leguminosas, pero no en productos de panadería y repostería

Generaciones Futuras explicó en un comunicado que halló glifosato en 16 de los 30 productos comprados en supermercado que analizó, una muestra que había seleccionado sobre la base de publicaciones que señalaban cuáles eran los más susceptibles de tener restos.

El análisis en un laboratorio especializado detectó esa sustancia en 7 de los 8 cereales de desayuno; en 7 de las 12 leguminosas (lentejas, garbanzos, judías y guisantes); y en 2 de los 7 tipos de pastas. No estaba, sin embargo, en otros productos de panadería y repostería que también se sometieron a escrutinio.

A ese respecto, hizo hincapié en que el Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer (CIRC), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), calificó esa sustancia en marzo de 2015 como «probablemente cancerígena» para los humanos, lo que ha incidido en el procedimiento en la Unión Europea para prolongar su autorización de comercialización.

Ante la reticencia de algunos Estados a dar el visto bueno a una nueva autorización de 14 años, hubo una prolongación provisional de 18 meses que expira el próximo 15 de diciembre. Se espera una decisión de los miembros de la UE en octubre.

La Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA) descartó el riesgo de cáncer por el glifosato en marzo, pero muchas asociaciones ecologistas se han movilizado y han reunido cerca de 1,3 millones de firmas contra una nueva autorización.

El ministro francés de la Transición Ecológica, Nicolas Hulot, avanzó a finales de agosto que su país se pronunciará en contra del glifosato, aunque dejó entrever, en contra de la opinión de sus agricultores, que podría votar en contra.

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