EFE.-
El presidente de la asociación Ganaderos del Reino, Enrique de Muslera, ha dicho a Efe que tras unos nueve primeros meses buenos en cuanto a precipitaciones, la situación ahora es «bastante preocupante», pues se unen también las temperaturas bajas.

Con estas temperaturas, sumadas a la ausencia de lluvias, el ganado carece de la alimentación a base de hierba que precisa, y al contrario de lo que aconteció el año pasado por estas fechas, aumentan los gastos en alimentación de piensos.

Esta ausencia de lluvias, que afectará también a siembras como los cereales, incrementa los costes durante la alimentación en invierno, pues hay que comprar más cantidades de pienso, paja o heno.

Con unos precios actuales que no son precisamente buenos para algunas ganaderías extremeñas, el incremento de los costes en alimentación repercute por tanto en la rentabilidad de los ganaderos.

Las cabañas ganaderas más afectadas son el vacuno y el ovino, pues dependen mucho de la alimentación de hierba, mientras que el porcino se ve menos afectado porque la montanera es bastante aceptable y además, llueva o no llueva, deberá consumir pienso.

Hasta noviembre, el año se caracterizó por un buen nivel de lluvias y por tanto hubo «abundancia» de hierba, con lo que los costes de alimentación disminuyeron, sin embargo, un noviembre y un diciembre secos «repercutirán» en la rentabilidad de los ganaderos.

Por otro lado, y en cuanto a precios, el año en general ha sido bueno en porcino ibérico; estable para el vacuno -los sacrificios disminuyeron pero las exportaciones han permitido mantenerlos-; y malo para el cordero -pues los precios han estado por debajo del año 2012-.

De Muslera ha indicado que el ovino ha experimentado durante todo el año precios más bajos en relación al año anterior, pese a una menor producción de cordero.

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