EFE.- Un trabajador del aeródromo confirmó la existencia de la plantación, aunque no aclaró ni cuanto tiempo lleva allí, ni que extensión tiene.

Paraguay es el cuarto exportador mundial de soja, que ocupa unos 3 millones de hectáreas, y es, junto con la ganadería, la mayor fuente de divisas del país.

Por ello, el poder legislativo pidió hoy al Gobierno paraguayo que explique por qué existe esa plantación de soja en las instalaciones del aeropuerto Guaraní, quién arrendó la parcela y a qué precio, según informó a Efe el legislador que impulsó la solicitud, el senador Sixto Pereira, del opositor Frente Guasú.

Pereira afirmó que una plantación de soja en el interior del aeropuerto es una "situación irregular" que no es casual, ya que en el país "hay muchas tierras del Estado destinadas a la reforma agraria que funcionarios de la zona de Alto Paraná, implicados en hechos de corrupción, alquilan a productores de soja".

"Esto podría afectar a la seguridad del aeropuerto por las fumigaciones", añadió la fuente.

El proyecto aprobado por la Comisión Permanente del Congreso pide al presidente, Horacio Cartes, que facilite detalles sobre el arrendamiento de inmuebles pertenecientes al aeropuerto de Ciudad del Este, la segunda urbe más grande del país y fronteriza con Brasil.

"Hay denuncias que salieron en medios, principalmente el diario Vanguardia de Ciudad del Este y otros, denunciando ese cultivo", dijo Pereira.

"Desde el Congreso agarramos esa denuncia y pedimos a la Dirección Nacional de Aeronáutica (Dinac) y al Ejecutivo que explique si existe el cultivo de soja, con qué acuerdo y qué compromiso", añadió.

El aeropuerto Guaraní depende directamente de la Dinac, que según el senador, debe explicar antes de 15 días cuándo fue arrendada la parcela, a qué precio, por cuánto tiempo y cuál es el uso del resto de inmuebles del aeródromo.

"También pedimos que expliquen el destino de los fondos de los arrendamientos, las instituciones financieras donde se depositaron y el procedimiento de depósito porque no hay información pública ni oficial", manifestó Pereira.

El Legislativo también pidió a la Secretaría Nacional de Medio Ambiente (Seam) que explique si existe la necesaria licencia ambiental para el cultivo de la soja en el aeropuerto y si existen evaluaciones de impacto ambiental en la zona.

En los últimos meses, coincidiendo con el momento en que los productores de soja comienzan a fumigar sus plantaciones antes de la cosecha, las asociaciones campesinas iniciaron protestas en los lugares donde consideran que no se cumple la ley.

La mayor parte de las plantaciones de soja del país son cultivos transgénicos, modificados genéticamente para que no les afecte el uso de agroquímicos, que destruyen el resto de la vegetación.

"El monocultivo de la soja genera y colabora en la línea de contaminación y calentamiento, liquidación de la capa de ozono, contaminación de la tierra, los cauces hídricos, en perjuicio para la salud del planeta y las personas", espetó Pereira.

Esta situación se debe a la gran concentración de tierra que hay en Paraguay, según el senador.

Paraguay es el país con la segunda mayor concentración de tierras en el mundo, ya que el 2,6 % de los propietarios detentan el 85,5 % de la superficie agraria, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

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