El botánico Takao Yoshimura, de 78 años, decidió plantar una de ellas hace cuatro años en el mismo Gangoki, y optó por cubrir la tierra con musgo de turbera debido a lo difícil que ha sido siempre hacer crecer algo a partir de los frutos del "Chujohimeseigan".

     El árbol que brotó en Gangoji ha sido noticia este año por su inusualmente rápido florecimiento, según contó en su edición web el diario Asahi.

    En esos cuatro años, el joven cerezo ha alcanzado los cuatro metros y esta primavera, por primera vez, produjo diez brotes que florecieron el pasado 4 de abril.

Ha crecido en cuatro años lo que normalmente se tarda diez


    El propio Yoshimura, aseguró al Asahi, que un cerezo tarda unos 10 años o más en dar flores, y explicó que otros árboles plantados de esas "semillas espaciales" en las prefecturas de Kochi (sur) y Yamanashi (centro) también han florecido este año.

     Por su parte, el botánico, Kaori Tomita, que participó en el proyecto "Cerezo del espacio", afirmó que la ciencia no puede explicar de momento el rápido desarrollo de estos especímenes.

    "Existe, teóricamente, la posibilidad de que el entorno cósmico tuviera un determinado impacto en los agentes de las semillas que controlan la floración y el proceso de crecimiento, aunque en realidad no tenemos manera de averiguar por qué los árboles han florecido tan pronto", sentenció.

     La floración de los cerezos es un importante acontecimiento anual en todo Japón, donde la gente se lanza a parques y templos cada primavera para el llamado "hanami", la tradicional observación de las flores rosadas.

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