DICYT.-Un proyecto de vigilancia y detección de incendios forestales ha llevado a instalar sensores de infrarrojos en videocámaras en la comarca de Sanabria (Zamora) para detectar el origen de estas catástrofes medioambientales. Las cámaras pueden recoger imágenes en tiempo real y enviarlas a una central, desde donde se comprueba el alcance de la alarma y comienza el protocolo de actuación ante ella. Con este nuevo sistema, promovido por la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, se pueden vigilar más de 100.000 hectáreas de una de las zona de mayor riesgo de incendios.

El objetivo del proyecto es la vigilancia y detección de incendios forestales. La tecnología desarrollada trata de llegar a tres líneas de actuación: la prevención, la detección y la intervención. Desde la fundación destacan a DiCYT que "con este nuevo sistema, la Alta y Baja Sanabria dispondrán de elementos necesarios para que durante todo el año se puedan detectar con mayor rapidez los focos incipientes de incendio forestal y actuar más eficazmente en su extinción, minimizando así la superficie quemada".

La tecnología empleada se ha instalado en una red de vigilancia forestal que cuenta, entre otros medios, con once torres. Cada torre está dotada de tecnología térmica, mediante la que es posible detectar los focos de incendios en radios de ocho kilómetros. El proyecto abarca, en su globalidad, la vigilancia forestal continua de 100.672 hectáreas y está activo las 24 horas de los 365 días del año.

En cada torre de vigilancia hay una estación meteorológica con medición de diferentes parámetros: velocidad del viento, dirección del mismo, presión atmosférica, temperatura, humedad… Esta información se trasmite a intervalos de cinco segundos a la central. Con estos datos, se pueden trazar los mapas de riesgo forestal en tiempo real. Concretamente, las torres están ubicadas den las localidades de Porto, Pías, Hermisende (donde hay dos), Lubián, Pedralba de la Pradería, Trefacio, Robleda Cervantes, Figueruela de Arriba, Cobreros y Asturianos.

Los responsables del proyecto eligieron estos lugares para instalar las torres a partir de una serie de criterios técnicos. En primer lugar, se trata de zonas con alto riesgo de incendios, en las que estadísticamente se localizan los principales focos de inicio de incendios en la comarca. En segundo lugar, estos lugares tienen un alto valor ecológico, dotados de las principales masas arboladas o en espacios naturales protegidos. En tercer lugar, ofrecen un amplio campo visual, con lo que se podía mejorar el dispositivo de detección actual y cubrir espacios a los que no llegan los puestos fijos de vigilancia.

Tecnología

Este nuevo sistema, discrimina las posibles falsas alarmas de incendio al procesar y parametrizar automáticamente, los datos adquiridos (de video y meteorológicos). Además, dispone de herramientas de gestión, información geográfica (GIS), diagnósticos y telecontrol y puede predecir el movimiento del incendio. La tecnología permite la gestión de librería de imágenes, incluyendo su captura in situ, almacenamiento y procesamiento y el manejo de ortofotos georreferenciadas.

Por otra parte, la tecnología está dotada de una cartografía con disponibilidad de herramientas para realizar medidas de distancia o perfiles transversales. Permite, asimismo, la localización manual o automática de una posible alerta, con posibilidad de visualizar el área de visibilidad de la cámara así como de controlar parámetros de visualización en la cámara térmica y el zoom en la visible. Dispone de visualización sobre la cartografía de los datos meteorológicos en tiempo real de cada cámara y de la ubicación de medios (personas y vehículos), si estos disponen de sistemas GPS compatibles. Un sistema de visualización 3D del entorno basado en el modelo digital del terreno y las ortofotos complementa la tecnología.

Cómo funciona el sistema
Cuando los sensores detectan un cambio importante de temperatura, se trasmite una señal de alarma al Centro Provincial de Mando (CPM), que estará ubicado en el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Zamora. Desde este punto, será posible detectar y confirmar las posibles situaciones de fuego y coordinar los equipos de intervención.

Los sensores térmicos que van incorporados a las cámaras de vigilancia, están girando 360 grados, haciendo barridos, del exterior hacia el interior, en un radio de los ocho kilómetros, cuando el sensor, hace la detección, se genera una alerta en el CPM, y es cuando los técnicos, basándose en los protocolos ya establecidos en materia de incendios forestales, actúan en función del tipo de detección realizada.

La cámara de video registra la imagen en caso de que el sensor térmico detecte un posible foco de fuego, momento en el cual desde el CPM, se toma el control ante una posible situación de alerta. Con las imágenes se puede obtener más información sobre el posible incendio (tipo de fuego, altura de las llamas…). La cámara muestra los focos de calor. Cuando la alarma ha terminado el sistema vuelve a su modo automático y el canal de video se vuelve a desconectar.

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