EFE.- La marcha estaba convocada por asociaciones de agricultores y de regantes como Fenacore, Feragua, Areda, Asaja, COAG, UPA y Faeca, además de otros representantes sectoriales, para exigir "una factura eléctrica adaptada a su consumo real y que no los condene a la ruina".

Según informan los convocantes, el objeto de la concentración era exigir un IVA reducido, un contrato de temporada flexible, una factura por la potencia real utilizada y un apoyo a la producción de energía renovable para autoconsumo.

Durante la protesta se utilizaron varios burros cargados con cántaros de agua y nombres como Soria -en alusión al ministro José Manuel Soria-, o Iberdrolo, Fenosa y Endesa, con los que los manifestantes quisieron "escenificar la vuelta al pasado que supondrá el ‘tarifazo’ eléctrico".

Margarita Bustamante, presidenta de la asociación de regantes andaluza FERAGUA, ha dicho a los periodistas que "esta será la forma de regar a la que volveremos porque con estas tarifas eléctricas los modernos sistemas de riego no nos sirven porque elevan los costes fijos a niveles que hacen nuestras explotaciones no sean rentables".

La Delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, ha recibido a una representación de los manifestantes y, en declaraciones a los periodistas, ha afirmado que el problema que denuncian existe desde el 2008, cuando se liberalizaron las tarifas eléctricas, y ha recordado que los ministerios de Agricultura e Industria están estudiando un contrato especial para agricultores.

Tal posibilidad ha sido incluso anunciada en el Congreso de los Diputados, por lo que Crespo ha asegurado que el Ministerio de Agricultura "no trabaja con puñetazos en la mesa, sino con diálogo".

La manifestación andaluza ha coincidido con las realizadas en otros lugares del país, y ha contado con la presencia en Sevilla de Andrés del Campo, presidente de la federación nacional de regantes Fenacore, quién leyó un manifiesto con las reivindicaciones al Gobierno.

Fenacore estima en más de 100 millones de euros el coste del "tarifazo" eléctrico nacional, de los que 37 millones son en Andalucía, y advierte del "grave riego de abandono de explotaciones de riego, con el consiguiente impacto en el empleo asociado".

Del Campo ha dicho a los periodistas que las decisiones adoptadas por la Administración en materia energética en estos últimos seis años "están poniendo la actividad del regadío contra las cuerdas" y la subida eléctrica "está condenando a la desaparición a la que, hoy por hoy, es la única garante de los alimentos básicos".

Este crecimiento "desproporcionado", unido al incremento del consumo de energía eléctrica asociado al proyecto de modernización, supone ya que el 40% de lo que le cuesta el agua al regante deba ser destinada al pago de la factura de la luz, ha añadido.

Se trata de unos costes "insoportables para cualquier sector y ruinoso para uno como el agrícola, con unos precios por los suelos, muy especialmente en el olivar, una presión impositiva más que considerable y unos márgenes que ya estaban al límite antes del último tarifazo", según los regantes.

×