Estas Sectoriales consideran que el problema de los robos de aceituna se agrava cada año, a pesar del esfuerzo y dedicación de las Fuerzas de Seguridad del Estado, por la impunidad con la actúan estos delincuentes, que son puestos en libertad tras ser detenidos y prestar declaración. La situación llega a producirse incluso con violencia en algunos casos, cuando los delincuentes se enfrentan con los olivareros que les sorprenden cometiendo el robo.

   Este vacío legal existente, sin medidas contundentes y efectivas que castiguen este delito, ha llevado a las Sectoriales de Aceite de Oliva y Aceituna de Mesa de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura a plantearse solicitar a la Administración que investigue el destino de esa aceituna robada, que se lleva almazaras donde también se moltura ilegalmente, cometiendo por tanto un delito fiscal.

   De este modo, la pretensión es que la aceituna robada no se compre como única vía para acabar con los robos que se están cometiendo en el campo.

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