El otro expediente detectado hasta la actualidad se refiere a defectos en la contratación de los trabajadores por parte del empresario agrícola, ha precisado el delegado. Ha recordado que está prohibido por ley que una persona actúe como intermediario de otras en cuanto a la búsqueda de trabajo y cobre por ello.

     Bretón ha afirmado que los mecanismos establecidos para ello son las empresas de trabajo temporal, empresas de servicios agrícolas, que pueden realizar llevar trabajos para un tercero, y asociaciones agrarias, a través de las bolsas de trabajo, que no cobran en absoluto al trabajador por la gestión que realizan.

Un elevado número de inspecciones esta campaña


     Ha incidido en que el número de inspecciones realizadas hasta la actualidad es elevado, sin que se hayan detectado irregularidades en la contratación de los temporeros y ha explicado que son muy pocos los agricultores o empresas agrícolas que recurren a este tipo de intermediación.

     Bretón ha recordado que el contrato agropecuario tiene establecido un salario para estos trabajos de 7,78 euros la hora.

      En La Rioja, la mayor parte de la contratación agraria y, en este caso, la vendimia, es en origen, bien a través de cuadrillas que llevan muchos años, o de organizaciones agrarias, empresas de trabajo temporal y empresas de servicios agrarios, que tienen sus bolsas de trabajo y que "colaboran de una manera extraordinaria con las administraciones", ha añadido.

     "Es en casos muy puntuales en los que se detecta la figura del intermediario", ha precisado el delegado, quien, respecto a esta cuestión, también ha aclarado que el problema no surge con el agricultor contratante, que ha cumplido la normativa, sino, después, con el temporero y el intermediario.
 
      También ha precisado que la vendimia cada vez está más mecanizada y son los trabajadores locales los que realizan la recogida de la uva, por lo que cada vez es menor la mano de obra que se demanda de otros lugares.

     Ha informado de que la mayor parte de los temporeros que llegan a La Rioja proceden de la zona de Lérida, y son de origen africano o norte africano, que cuentan con sus permisos de residencia.

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