Recientemente, la Guardia Civil elevó una denuncia a raíz de la aparición de un anuncio en Internet que prestaba el servicio de amputación de orejas en la Comunidad de Madrid. Desde el Colegio de Veterinarios de Málaga, Lisardo Morán, asegura a Efe que estos cortes suelen ser por motivos de estética y para mejorar la belleza del animal.

    Hay razas que por sus estándares se presentan con las orejas y/o el rabo mutilado: doberman, boxer, schnauzer, pitbull etcétera. Según Morán, en otras ocasiones se les mutila la cola para evitar los golpes del animal porque “producen daño”.

En el resto de CCAA se permiten o, ni siquiera, se hace mención a estas prácticas

       En siete Comunidades Autónomas está vetada la práctica: Aragón, Andalucía, Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunitat Valenciana, Murcia y Navarra, mientras que en el resto está permitida. En el resto de las CCAA no se hace mención expresa o bien los lo permiten para mantener las características de la raza.

    En Andalucía, afirma Morán, la Ley de Protección de los Animales especifica la prohibición de las mutilaciones “con fines exclusivamente estéticos o sin utilidad”, y sólo se reconoce las practicadas por veterinarios en caso de necesidad”.

    De forma similar, en Aragón y Murcia sólo se admiten en caso de necesidad médico-quirúrgica, por exigencia funcional o por castraciones.

Incremento en determinados grupos sociales

    El veterinario y presidente de la ONG Mascoteros Solidarios, Carlos Rodríguez, explica a Efe que la amputación de orejas y rabos en los perros se ha incrementado en grupos sociales “que utilizan a estos animales para actividades ilegales como las peleas” o que desean resaltar su estética, aunque es una “auténtica aberración”.

     También pide que el Colegio General de Veterinarios de España impulse “una norma activa para todos los colegiados” que impida la mutilación de las colas en los canes que los tienen especialmente largos, el corte de las cuerdas vocales en los perros labradores o la desungulación en gatos, entre otras agresiones animales.

    Recuerda que “orejas y rabo son puntos de comunicación fundamentales para un perro y con su eliminación se le está coartando la posibilidad de comunicarse con sus congéneres”. Además, “supone un riesgo quirúrgico innecesario, aunque se realice bajo anestesia en una clínica veterinaria”, insiste el presidente de Mascoteros Solidarios, quien denuncia el aumento de las razas “consideradas potencialmente peligrosas, a las que se está ejecutando por culpa de la crisis”.

    A su juicio, todas estas prácticas pueden englobarse como claro maltrato animal, sean desempeñadas o no por veterinarios, ya que “las amputaciones son el mayor fallo de cualquier tipo de cirugía…, cuando se corta una parte del cuerpo es porque no existe otra posibilidad de mantener ese miembro”.

TExto: Efeverde

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