La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha asegurado que el regadío español «no puede escapar, ni ser ajeno» a la tendencia que tiene cualquier actividad económica actual de buscar una mayor sostenibilidad.

Así lo ha indicado este miércoles 18 durante la firma del convenio para la financiación, construcción y explotación de las obras de modernización de los regadíos de las comunidades de regantes de Orellana, Cartuja de San Juan, Molinar del Flumen y de la Junta Central de Usuarios del Sur del Guaro.

Según la ministra, el desafío climático actual «nos obliga» a invertir en infraestructuras «más eficientes» de modernización de regadíos, porque «hay que hacer más con menos agua».

Ha señalado que en este proceso modernizador las comunidades de regantes juegan un papel «destacado» como «generadores de riqueza y empleo».

Actualmente hay casi 800.000 hectáreas pendientes de la estrategia nacional de regadío 2018-2025

La ministra ha valorado los «buenos resultados» obtenidos hasta ahora con el Plan Nacional de Regadíos que se puso en marcha en 2002, «lo que aconseja dar continuidad y desarrollar nuevas líneas» de actuación.

«En breve», según ha expuesto, se presentará la estrategia nacional de regadío 2018-2025 que tiene por objetivo culminar la modernización de los sistemas de riego españoles.

Actualmente hay casi 800.000 hectáreas pendientes de ese plan, unas obras que, según la ministra, son necesarias «para promover un desarrollo rural sostenible y alcanzar una agricultura productiva, y rentable».

Tejerina ha agradecido la firma de estos convenios que permitirán financiar actuaciones en infraestructuras para conseguir «una mayor eficacia» en el regadío a través del ahorro energético y de agua.

Por su parte, el presidente de la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa), Joaquín Rodríguez, ha señalado que los cuatro convenios habilitarán una partida total de 40 millones de euros para modernizar 9.000 hectáreas de regadío y beneficiar a 1.200 agricultores.

Se concretarán en 13 actuaciones que «permitirán mejorar la calidad de vida» de sus beneficiarios, según ha señalado.

El objetivo es que ese dinero recibido sirva para «multiplicar las producciones» de los regantes y «utilizar muy bien los recursos naturales».

Desde la comunidad de regantes de Molinar del Flumen (Huesca), su presidente, Felipe Gómez, ha detallado que se construirá una balsa de 500.000 metros cúbicos para el regadío con una inversión de seis millones de euros, que beneficiará a 400 regantes y 4.700 hectáreas.

Esta balsa, que estará acabada en tres años, les permitirá alcanzar «una eficiencia de riego muy elevada» y un ahorro de entre el 8 y el 10 % de agua respecto al uso actual.

El presidente de la comunidad de regantes de Cartuja de San Juan, José Víctor Nogués, también en Huesca, ha informado de que se construirán dos balsas que servirán para modernizar el regadío de 2.000 hectáreas y permitirá un ahorro del 10-15 %.

Las obras comenzarán el año que viene y ha asegurado que servirán para que los jóvenes regantes mantengan la ilusión y «se queden a vivir en los pueblos».

También desde Huesca, el presidente de los regantes del Orellana, Juan Rodríguez, ha explicado que modernizarán unas 2.000 hectáreas que permitirán un ahorro anual del 10-15% respecto al agua usada actualmente (15.000 millones de metros cúbicos al año).

Las obras comenzarán a finales de este año, costarán 14 millones de euros y se beneficiarán 120 agricultores.

Finalmente, el presidente de los Usuarios del Sur del Guaro, José Campos, ha señalado que recibirán una aportación de tres millones de euros para continuar modernizando su infraestructura de tuberías en esta zona malagueña que es básicamente minifundista.

Según ha señalado, la obra arrancará a finales de este verano y les permitirá abaratar los costes del agua, que actualmente es cara.

×