Al imponer la tasa, que es en promedio de un 25 % sobre el precio del producto importado, Bruselas alegó que el carburante argentino competía de manera desleal con el biodiesel europeo, pues los productores argentinos se beneficiaban de una ventaja injusta al tener acceso a materias primas a precios "artificialmente bajos".

    Buenos Aires sostiene que la industria europea, en contraposición a la argentina, está "sobredimensionada" y carece de la disponibilidad de materia prima.

    Según el Gobierno argentino, en lugar de emprender reformas para mejorar su competitividad, la industria europea ha procurado una medida que tachó de "totalmente arbitraria" que cierra las puertas de Europa al biodiesel argentino.

    Aunque las empresas argentinas pudieran colocar su producción en Europa con el arancel impuesto, deberían de todos modos afrontar el escollo de no contar con cupos en España, país que hasta 2012 era el destino del 80% de las exportaciones argentinas de biodiesel.

     Ante este cierre, el Gobierno de Cristina Fernández dispuso a inicios de este mes un aumento en el porcentaje de biodiesel que debe estar presente en los combustibles que se comercializan en el mercado doméstico.

    Sin embargo, según los expertos, la medida no es suficiente para compensar las millonarias pérdidas en exportaciones. De acuerdo con informes de consultoras privadas, con esta medida, el consumo local se incrementaría en un 60%, hasta las 1,3 millones de toneladas.

Pueden tener un inmenso margen de excedentes exportable


    Pero la producción local sería el próximo año de 2,1 millones de toneladas (4% más que en 2013), lo que aún dejaría un inmenso margen de excedente exportable. Los envíos, según estos mismos cálculos, caerían un 42 %. De ahí que, ante la medida europea, Argentina debe buscar nuevos mercados para su biodiesel.

    Como señal de respiro para la industria local, los envíos a Estados Unidos muestran signos de crecimiento desde agosto pasado.

    Argentina, que basa su potencial en abundante disponibilidad de oleaginosas, comenzó a crecer como proveedor de biodiesel a Europa desde 2009, cuando la UE impuso aranceles "antidumping" a los biocombustibles provenientes de los Estados Unidos.

    Europa terminó por acaparar el 90% de las exportaciones argentinas de este combustible. Los envíos argentinos a la UE tuvieron su pico máximo en 2011, cuando las exportaciones de biodiesel alcanzaron los 1.847 millones de dólares, cifra que representó un 13 % de las colocaciones totales del país suramericano en el mercado europeo.

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