El otro punto de estudio está en Mocejón, ya aguas abajo de la desembocadura del Jarama donde hubo 21,62 metros cúbicos por segundo. en julio; 21,29 en agosto, 28 en septiembre y 31, 59 en octubre.

    Estas cifras ponen de manifiesto, según Nicolás, que la cantidad de agua de cabecera que llega a Toledo es "mínima" y que el grueso del caudal se compone de las aguas del Jarama, donde vierten sus aguas residuales los municipios y empresas madrileñas.

    Por ello, ha subrayado la necesidad de firmar un pacto "para salvar el Tajo y que deje ser un río muerto e inexistente a su paso por Toledo".

    Este pacto debe estar apoyado, tal y como ha reivindicado Nicolás, por todas las entidades sociales, políticas e institucionales para conseguir la completa recuperación del Tajo "en calidad y cantidad" y que, a su paso por Toledo, deje de ser un río "inexistente" por el que sólo discurren "aguas residuales" y prácticamente no tenga agua del propio Tajo.

    Nicolás ha explicado que actualmente se está elaborando el Plan de Cuenca del Tajo que es "el marco jurídico que regula durante décadas el comportamiento del río" y, por eso, es el momento de exigir el compromiso de todos para garantizar "un río vivo".

    Para el Ayuntamiento de Toledo, los umbrales mínimos exigibles para conseguir este compromiso se reflejan en el borrador elaborado por los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Tajo, que sitúa en 14 metros cúbicos por segundo el caudal ecológico medio a su paso por Toledo.

    Entre otras consideraciones, este documento mantiene en los embalses de cabecera el umbral de emergencia en 400 hectómetros cúbicos, cifra a partir de la cual no se podrían hacer trasvases, garantizando sólo los 100 hectómetros cúbicos necesarios para abastecimiento del Levante.

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