Las investigaciones dieron comienzo el pasado 16 de abril tras la inspección realizada a un coto de caza ubicado en los términos municipales de las localidades albaceteñas de El Robledo y El Ballestero, por efectivos del Seprona y agentes medioambientales de la Junta de Castilla La Mancha, acompañados de perros detectores de cebos envenenados de la Unidad Canina de la Guardia Civil.

     En el rastreo del coto de caza se localizaron los cadáveres de tres aguiluchos laguneros, especie catalogada como amenazada, así como cuatro urracas y dos zorros, que se presumen han muerto tras ingerir cebos envenenados. También fueron encontrados 37 lazos con freno colocados en seis alares repartidos por todo el coto.

    El alar consiste es una barrera con vegetación muy densa, a modo de seto, que sirve de paso a los animales para cazarlos con lazo. A lo largo de la estructura del vallado del terreno cinegético, los detenidos abrían unos pasos con la intención de encauzar a la fauna.

     Estos lugares eran los elegidos para colocar los lazos y a pocos centímetros de los pasos los cebos de grasa animal impregnados en una sustancia tóxica, para que una vez ingerida por los animales provocaran su muerte rápida.

    Dos de los detenidos habían instalado los lazos intervenidos por la Guardia Civil mientras que el tercero estaba encargado de su revisión.

    Esta actuación se enmarca dentro de los servicios preventivos que efectúa el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Albacete en relación al "Programa Antídoto", establecido a nivel nacional contra el uso ilegal de venenos en el medio natural.

     La Delegación del Gobierno destaca la estrecha colaboración que existe entre el Seprona y los agentes medioambientales de la Junta. Gracias a esta colaboración y con ayuda de perros adiestrados se consigue localizar los cebos envenenados y detener a los presuntos autores de estos ilícitos penales. El juzgado de instrucción de Alcaraz se ha hecho cargo del caso,

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