Tras esta denuncia, los agentes intentaron averiguar si se trataba de un hecho aislado o se llevaba a cabo con asiduidad, y comprobaron que las víctimas podrían ser más de 50.

     Además, los investigadores consiguieron que varias de ellas denunciaran los hechos en dependencias policiales.

     Según el resultado de las pesquisas, los miembros de la banda accedían a Mercamadrid para comprar la fruta y revenderla en sus puestos ambulantes distribuidos por toda la Comunidad de Madrid.

     Bajo amenazas conseguían la mercancía a un precio muy por debajo del de mercado y si no conseguían su propósito, extorsionaban al empresario y llegaban incluso a utilizar armas blancas o de fuego para que les vendieran los productos más baratos.

     En alguna ocasión, y tras vender la fruta, les decían a los mayoristas que era de muy mala calidad y que la habían tenido que tirar, por lo que les exigían la devolución del dinero con amenazas y agresiones.

     Los investigadores identificaron a tres de los miembros de la banda, todos ellos pertenecientes a la misma familia, y les detuvieron, si bien no se descartan nuevos arrestos dentro de una operación que sigue abierta.

     Los detenidos cuentan con antecedentes policiales y ya fueron puestos a disposición judicial. Precisamente, el año pasado ya se realizó otra operación de similares características, en la que se detuvo a otras cuatro personas de una misma familia.

     Sin embargo en aquella investigación no se llegó a saber el número de víctimas ni la magnitud de la extorsión porque no había denuncias debido al miedo de los empresarios.

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