Esto se debe, ha añadido, a que esta tecnología supondrá a los viticultores de la zona un ahorro global en los costes de producción de entre 300.000 y 700.000 euros al año.

      El presidente de la Denominación de Origen de Cariñena, Antonio Ubide, ha indicado que en los controles de calidad que se hacen a las botellas de vino en algunos países se solicita la cantidad de dióxido de carbono que se ha producido en su elaboración, "desde el cultivo hasta el transporte al destino final".

     Por ello, "esta iniciativa nos encaja muy bien", ya que se calcula que la emisión de C02 se reducirá hasta un 16 por ciento. Por ahora se ha comenzado a acumular materia prima, las raíces y las cepas de las hectáreas cultivadas, y se prevé que este centro integrado y sostenible funcione en el primer trimestre de 2015.

     Es el primer centro de estas características que se ubicará en Aragón, pero posiblemente no el último, ha anunciado el presidente del clúster, sin querer dar más detalles.

     Al acto de presentación ha asistido el diputado de la institución provincial Máximo Ariza, el alcalde de Cariñena, Sergio Ortiz, y el de Alfamén, Alejandro Gil, quien ha explicado que en su localidad se está fomentando la producción de biomasa, no sólo con los residuos de las empresas o fábricas, sino también con los generados en los hogares.

    

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