El fármaco no ha sido autorizado en la Unión Europea, pero fue aprobado hace varios años en Italia, lo que llevó a la Agencia Europea del Medicamento a publicar las prescripciones y sus límites de uso en vacas y cerdos en 2004. Al amparo de esta publicación, una empresa farmacéutica solicita su autorización en España, la cual se obtuvo en marzo de 2013 y se recogió en el boletín trimestral del Departamento de Medicamentos Veterinarios.

   El uso del diclofenaco en el subcontinente Indio (India, Pakistán, Bangladesh, Nepal) en el tratamiento de las dolencias de las vacas ocasionó la muerte de millones de buitres. Esta ha sido, probablemente, la mayor mortalidad conocida para ninguna especie, debido a que, en el lapso de menos de una década, varias especies de buitres pasaron de contar con millones de efectivos a rozar la extinción.

   Para SEO/BirdLife, esta situación no solo ha supuesto una catástrofe medioambiental de graves dimensiones, sino que también ha tenido un desastroso impacto social: proliferación de ratas y perros, repunte de los casos de rabia en humanos, gastos millonarios en la gestión de los residuos.

   En España habitan las mayores poblaciones europeas de todas las especies de buitres: el 94% de la población de buitre leonado, el 98% de la de buitre negro, el 82% de la de alimoches y el 66% de la de quebrantahuesos. Para algunas especies, también son las máximas poblaciones a nivel global. Se ha demostrado que, aunque sólo un 1% de las carroñas disponibles estuvieran contaminadas con diclofenaco, se repetiría la hecatombe que ocurrió en Asia. Además, existen medicamentos análogos y que no presentan peligro conocido para la fauna.

(Foto: Archivo www.jorgefoto.com)

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